Cosas que se tienen que tener claras acerca del texto de
República:
Podemos dividir el texto (las páginas que yo he ido dando) en cuatro partes:
1. Una introducción en que se discute acerca de la necesidad de por qué
se tiene que conocer el bien, acerca de cuáles son las razones por las
cuales la educación de los políticos debe acabar en el conocimiento del
Bien. Pues bien, Sócrates (el personaje en boca y cabeza del cual pone
Platón sus pensamientos) se niega a dar opiniones sobre el asunto del
Bien, porque, naturalmente, opinar de algo es muy distinto de saber de
algo. ¿Entonces? Si no se puede definir o explicar científicamente, le
queda al filósofo un camino más indirecto, que es el de establecer
comparaciones con objetos y asuntos que sean más fáciles de entender.
2. En segundo lugar, y a causa de lo dicho de que Sócrates va a hacer un
acercamiento indirecto o aproximado a la cuestión del Bien, aunque se
resiste: nos encontramos con la comparación del Bien, que es un objeto
de la inteligencia (o sea, una cosa inteligible, una Idea), con el sol.
El sentido de la comparación es que, en efecto, parece difícil negar el
papel singular que desempeña el sol en el mundo visible, sensible,
material, corporal, opinable, etc. El sol es causa de que el ojo vea las
cosas (también él puede ser visto, pero con cuidado de no quemarse!).
Pero también es causa de que las mismas cosas materiales sean y existan:
¿cómo va a existir la vida y la cadena de la vida sin la función
vivificadora del sol? Claro que no puede existir! Así que la luz (y el
calor, naturalmente) que emana del sol es causa o principio o ley que
explica el que las cosas se vean con los ojos y causa también de que
existan.
De forma análoga (comparable, similar), el Bien no es sólo la razón o
causa o principio de que el alma (la parte racional e inteligente)
conozca sus objetos propios; que en este caso no son objetos de los
sentidos y del mundo corporal, sino que se trata de objetos del mundo
invisible o ideal, del mundo inteligible que es captado por el ejercicio
de la inteligencia, de la Dialéctica o filosofía.
Pero, ojo!, que la inteligencia no crea ni fabrica ni nada por el estilo
las Ideas, sino que las descubre, y muy trabajosamente, porque tiene
que quitarse la costumbre de su ceguera, injusticia o ignorancia… Pero
esto es adelantar el mito de la caverna, que es la última parte del
texto… No nos perdamos: el Bien, que es la máxima Idea, no es solamente
la causa de que veamos intelectualmente el resto del mundo de las Ideas,
sino que es causa de la existencia, del ser y la realidad de estas
mismas Ideas. Y de la misma manera que la luz visible del sol
proporciona visibilidad y realidad a los objetos materiales y visibles,
naturales o artificiales, a los que estamos acostumbrados, la Idea del
Bien es causa, como una luz inteligible, de la Verdad: de manera que sin
ella no hay verdad sino ignorancia y apariencia, o por decirlo
platónicamente, opiniones…
3. Viene en tercer lugar la comparación del ascenso en los niveles del
conocimiento y de la realidad con una línea dividida en dos partes
desiguales (recuerda lo que es el dualismo platónico). La interpretación
platónica de esta figuración geométrica o lineal de su pensamiento es
bastante clara, aunque exige nuestra atención, evidentemente. En
particular debemos fijarnos en la diferencia que hay entre las
matemáticas y la dialéctica filosófica con la que concluye la formación
del filósofo, es decir la formación educativa de un filósofo. Rey que
por sus conocimientos y virtudes ha de ser justo y tiene que producir
una ciudad-estado justa (una polis en la que Sócrates no sea condenado).
4. Por último, en cuarto lugar, nos encontramos la narración del mito de la caverna.
Y aquí conviene precisar una serie de cuestiones para no liarnos:
-la lumbre del interior de la caverna equivale al sol del mundo visible
(en el símil del sol); mientras que el sol que ve el prisionero liberado
en el mundo de fuera, del exterior de la caverna, corresponde a la Idea
del Bien (en el símil del sol), y corresponde a la última fase de la
educación del filósofo dialéctico gobernante, tal como aparece en la
última parte del símil o analogía de la línea.
Téngase en cuenta que cuando el prisionero de la caverna ha salido fuera
y ve las cosas a la luz de la luna se tiene que estar refiriendo al
conocimiento que tienen los matemáticos: que ven las cosas según la
inteligencia, y conocen las realidades del mundo inteligible, pero de
una manera hipotética. Porque, recuérdalo, según el símil de la línea,
se basan en suposiciones/hipótesis y todavía no han podido prescindir
por completo de los objetos sensibles en sus razonamientos.
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Una explicación e interpretación del mito de la caverna. Mira y quédate con lo que sea útil.