25 diciembre 2006

FILOSOFIA 2º BACHILLERATO, 2ª EVALUACION, 06-07

Immanuel Kant (1724-1804)

Lectura propuesta por la Consejería de Educación:

  • Selección de textos de su obra Fundamentación de la Metafísica de las costumbres.

Dicho de otras maneras:

  • ¿En qué se basa la moral?
  • ¿Qué tienen que decir los filósofos acerca de la moral?


Hay palabras y problemas del texto de Sto. Tomás de Aquino que vuelven a aparecer aquí. Fundamentalmente dos: "ley" y "razón".

Para empezar, puedes volver a leer los textos de Platón y Sto. Tomás. Eso que llevaremos ganado para la comprensión del texto de Kant. No estaría de más que repasaras las notas de clase y las que aparecen en este blog.

24 diciembre 2006

FILOSOFIA 1º BACHILLERATO, EL CONOCIMIENTO E INTERNET

¿Cómo se escribe en Internet?

No hay excusas para no estar informado, para la pereza y para ser menor de edad. Que nos lo den todo hecho es muy hermoso, pero se paga caro...

Sapere aude.

En esta página que te enlazo puedes ver cómo hay gente que distribuye conocimiento: está ahí, y no tienes más que sentir la obligación de interesarte. Yo me intereso, a ti también te conviene. ¿O quieres seguir siendo menor de edad?

16 diciembre 2006

FILOSOFIA 1º BACHILLERATO, CIENCIA Y TECNOLOGIA

Entrevista a Javier Echeverría, en Observatorio digital:

La Entrevista

Javier Echeverría

Doctor en filosofía y matemática, autor del libro "Telépolis"

"Navegando por Internet como ciudadanos que sabemos lo que queremos y lo que nos interesa".

SOI: ¿Puede explicarnos brevemente sus hipótesis acerca de telépolis y el tercer entorno, especialmente para muchos de nuestros lectores en América Latina que no han tenido acceso a su libro "Telépolis"?
J.E.: El tercer entorno es un nuevo espacio social posibilitado por diversas tecnologías (teléfono, televisión, redes telemáticas, dinero electrónico, videojuegos, tecnologías multimedia y realidad virtual) que permiten que los seres humanos se interrelacionen e interactúen entre sí a distancia, en red y a través de representaciones digitalizadas. El primer entorno es la naturaleza, el segundo las ciudades. En esos dos entornos la proximidad y la territorialidad (o recintualidad) definen la estructura métrica y topológica de los escenarios en donde actúan los seres humanos. En el tercero, en cambio, podemos relacionarnos a distancia y sin necesidad de estar en un mismo recinto, local o territorio, sino conectándonos a través de redes.
Si consideramos una ciudad como un espacio de interacción entre seres humanos, prescindiendo de sus componentes físicas, arquitectónicas, etc., ocurre entonces que las principales actividades que se desarrollan en las sociedades urbanas pueden también llevarse a cabo en el tercer entorno. Así ocurre con la infoguerra (o ciberguerra), las Bolsas e instituciones financieras interconectadas, la investigación científica, el comercio electrónico, el teletrabajo, la educación a distancia, la telesalud, el teledeporte, el ocio y el entretenimiento electrónicos, el ciberarte, etc. Desde este punto de vista, es posible pensar el tercer entorno como si fuera una ciudad (a distancia, global, electrónica, digital) y ésta es la idea de Telépolis. Las nuevas tecnologías antes mencionadas posibilitan la construcción de una ciudad global, Telépolis, que se superpone a las ciudades y las metrópolis actuales, y cuyo funcionamiento está basado en los flujos electrónicos a través de redes telemáticas, no en el traslado o transporte físico de bienes, personas, mercancías, etc.
SOI: Teniendo en cuenta que las redes telemáticas son la mayor expresión de la emergencia de este nuevo espacio social, el tercer entorno, ¿qué ventajas concretas aporta el uso de Internet y otras redes en el trabajo y en la vida de las personas?
J.E.: El uso de Internet en el trabajo y en la vida de las personas tiene ventajas e inconvenientes. Puesto que ustedes me preguntan por las ventajas, la principal consiste en que aumenta considerablemente nuestra capacidad de relacionarnos con personas, instituciones, corporaciones, etc. Ya no estamos limitados a relacionarnos únicamente con nuestros vecinos, conciudadanos o compatriotas, u obligados a trasladarnos físicamente para conocer otros países, culturas y ciudades, sino que podemos relacionarnos a través de las redes telemáticas con personas distantes geográficamente y diversas culturalmente, pero que pueden tener aficiones o intereses comunes a los nuestros. La segunda ventaja estriba en la capacidad para obtener información a través de las redes, dada la abundancia de información que hay en las redes y su estructura hipertextual. La tercera consiste en la flexibilidad del tiempo, ya que podemos elegir a nuestro antojo el momento en el que nos conectamos al tercer entorno, en lugar de estar determinados, por ejemplo, por el horario de trabajo, de espectáculos, etc. En cuarto lugar, las redes telemáticas pueden ser especialmente beneficiosas para personas que viven en países pobres, en pueblos distantes, o también para discapacitados físicos. Sin embargo, también tienen muchos riesgos e inconvenientes, aunque no entro a señalarlos.
SOI: Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, asegura que la información, que durante siglos ha sido muy escasa, incluso inexistente, ahora es sobreabundante y que esta sobreabundancia puede crear confusión o aumentar la sensación de confusión. ¿Qué criterios utiliza para seleccionar la abigarrada información presente en Internet?
J.E.: Manuel Castells, que en muchos puntos coincide con Ramonet, no piensa así sobre ese punto. En su trilogía sobre la Era de la Información afirma que en todas las sociedades ha habido mucha información, y también conocimiento. La novedad estriba en que la información y el conocimiento son el motor de la economía informacional, mientras que en las sociedades agrícolas e industriales lo principal eran las materias primas, la energía y la manipulación de entidades físicas. Dicho esto, es claro que en Internet hay una sobreabundancia de información, por lo que los sistemas de búsqueda, organización, presentación, recuperación y almacenamiento de la información pasan a tener una importancia fundamental. Por mi parte, no suelo navegar por Internet, como tampoco acostumbro a deambular sin norte por los campos o las ciudades. Uso Internet para relacionarme con las personas, instituciones o corporaciones que me interesan, y por lo tanto suelo ir a tiro fijo, o si se prefiere a Web fija. Cuando tengo que buscar información sobre cosas nuevas, trato de buscar páginas Web que tengan buenos links. Para mí, el criterio de calidad principal de una página WEB son sus links, porque a través de ellos llego a sitios WEB nuevos e interesantes. Perderse en una ciudad es muy fácil si uno no tiene direcciones a donde ir, lugares que frecuenta, personas que le aconsejan ir a una u otra dirección. Otro tanto ocurre en Telépolis, y en concreto en Internet. No se trata de hacer surf o de navegar por Internet, sino de comportarnos como ciudadanos que saben lo que quieren y lo que les interesa. Así es como uno se abre paso sin problemas en la selva informacional que es Internet.
SOI: ¿De qué forma las redes telemáticas pueden contribuir a un desarrollo sostenible de las zonas menos favorecidas del planeta, y cuál puede ser la situación futura de estas zonas si no logran desarrollar las infraestructuras necesarias?
J.E.: El tercer entorno es un invento del Primer Mundo, y en concreto de las zonas y países del Primer Mundo que tienen un mayor desarrollo científico, tecnológico y financiero. Por tanto, soy muy pesimista con respecto al futuro de las zonas menos favorecidas del planeta en el nuevo espacio social. Lo normal es que el abismo que ya existe se haga más ancho y profundo, lo cual puede generar problemas graves, desequilibrios entre las diversas sociedades. Incluso en el Primer Mundo surgirán diferencias cada vez mayores entre los infopobres y los inforricos, es decir, entre las personas que se han adaptado al tercer entorno y son competentes al moverse y al intervenir en el nuevo espacio social y las que no lo son. Por eso muchos sociólogos afirman que vamos hacia una sociedad dual, es decir, hacia una sociedad con enormes diferencias internas en función de su nivel de integración en la sociedad de la información. La creación de las infraestructuras de la información en las zonas menos favorecidas es una prioridad, pero no la única. Tan importante o más es educar a los ciudadanos para el tercer entorno, y no sólo para el primero o el segundo. Asimismo es fundamental que la estructura del poder en el tercer entorno sea democrática, cosa que ahora no ocurre. En la medida en que los usuarios de las redes nos pensemos como ciudadanos (no como consumidores o clientes) y en que reivindiquemos nuestros derechos y tomemos parte en los procesos de toma de decisiones sobre la construcción y organización del nuevo espacio social, podremos decir que el tercer entorno es un espacio civil y democrático, o que vamos hacia una sociedad democrática de la información. Pero esto no sucede hoy en día, e incluso parece una utopía que pueda llegar a ocurrir. Por eso afirmo que el tercer entorno es una estructura neofeudal, dominada por los señores del aire (o señores de la red), no por los Estados ni por los representantes de los ciudadanos de Telépolis.
SOI: En esta sociedad neofeudal de la información en la que estamos, como usted define el momento actual, ¿cómo lograr democratizar y humanizar dicha sociedad?
J.E.: Para democratizarla, lo primero es afirmar la primacía del poder civil sobre otras formas de poder, y en concreto sobre el poder militar, económico y financiero. La cuestión de las elecciones es posterior. Hoy en día, quienes dominan el tercer entorno son los señores del aire, es decir, las grandes empresas transnacionales de teleservicios (telefónicas, televisivas, informáticas, de dinero y banca electrónica, etc.). En el tercer entorno no existe un poder político civil, y ni siquiera hay atisbos de que vaya a haberlo, pero es lo primero que hay que intentar crear. Se trata de constituir Telépolis, no sólo de construir las infraestructuras de la información. Constituir Telépolis implica afirmar esa primacía de lo civil, elaborar una nueva declaración de derechos humanos básicos (en el tercer entorno), instituir una autoridad judicial para resolver los conflictos, generar un poder parlamentario que elabore normas y leyes para el tercer entorno y, en último término, crear un poder ejecutivo que aplique y haga respetar esas normas. Bien entendido que esos tres poderes civiles serían transnacionales, lo cual plantea enormes problemas, por romper principios básicos de la organización política en el segundo entorno, como la soberanía de los Estados en su territorio jurisdiccional. Humanizar el tercer entorno sería otro de los objetivos, además de civilizarlo y democratizarlo. Por humanizar las redes entiendo hacerlas accesibles a cualquiera sin discriminación por la edad, la cultura, la lengua y el nivel de formación de cada persona, así como lograr que los escenarios telemáticos sean gratos, amables y fáciles de uso, entre otras muchas cosas.
La tarea de civilizar, democratizar y humanizar el tercer entorno es ingente, y durará varias décadas. Y no hay que olvidar que quienes dominan el tercer entorno, es decir, los señores del aire, se opondrán a ello, luchando por mantener e incrementar su poder en el nuevo espacio social. Así que en las redes telemáticas habrá múltiples conflictos, como ya comienza a ocurrir en Internet.
SOI: ¿Cómo la sociedad civil puede enfrentar el poder creciente de "los señores del aire", que cada día avanzan en el control de redes, contenidos y de los mismos ciudadanos?
J.E.: Autoorganizándose, exigiendo sus derechos fundamentales y luchando para que haya representantes de la sociedad civil que tomen parte en los procesos de toma de decisiones. Asimismo boicoteando o abandonando a aquellos señores del aire que sean particularmente desmedidos al ejercer su poder sobre las redes y las tecnologías que nos permiten acceder a ellas. Una tercera vía es organizando comunas o ciudades libres en el tercer entorno, como ya sucede (por ejemplo, con la plataforma LINUS). Por último, también hay que exigir a los gobiernos y a los Estados que traten de poner límite al poder creciente de los señores del aire, aunque soy bastante pesimista con respecto a la eficacia de esta cuarta línea de acción. En resumen, se trata de organizar movimientos sociales de tercer entorno, así como agrupaciones que luchen por los objetivos antes mencionados (civilización, democratización y humanización).

***

Una conferencia del mismo filósofo.

15 diciembre 2006

FILOSOFIA 2º BACHILLERATO, TOMAS DE AQUINO, ARGUMENTO COSMOLOGICO



Palabras:

A priori = a partir de la razón = ontológico = San Anselmo

A posteriori= a partir de la experiencia de los sentidos = cosmológico = Santo Tomás


Aproximadamente!

¿Comprendido?

***

Éste es el texto de la primera vía de Santo Tomás de Aquino para demostrar la existencia de Dios:


La primera y más clara de estas vías es la que se apoya en el movimiento. Es innegable y consta por el testimonio de los sentidos que en el mundo hay cosas que se mueven.

(punto de partida del argumento)

Pero todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve sino en cuanto está en potencia respecto de aquello para lo que se mueve. En cambio, lo que mueve tiene que estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo sino lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, como el fuego, hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto de lo mismo, como lo que es caliente en acto no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia es, a la vez, frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueve a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro.

(principio de causalidad eficiente, que sigue el argumento)

Pero si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor, y por consiguiente no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que el bastón nada mueve si no lo impulsa la mano.

(imposibilidad del proceso al infinito, en un argumento filosófico)

Por consiguiente es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.

(conclusión)

(Suma Teológica, I, q. 2, a. 3)

CONSEJOS:

Los conceptos de acto y potencia son básicos para entender el argumento.

¿Valen los ejemplos del mismo argumento: el leño y el fuego, lo caliente y lo frío?

Recuerda que el término "movimiento" no significa sólo el cambio de posición desde un sitio a otro, sino que se refiere a cualquier proceso de transformación o cambio que se presenta en los objetos que ven nuestros ojos, que perciben nuestros sentidos.

Léanse, sin desmayo, los textos de Santo Tomás y Platón, así como todo material adicional posible. Y compréndase, claro. Suerte.

11 diciembre 2006

FILOSOFÍA 2º BACHILLERATO, ARGUMENTO ONTOLÓGICO

...que Santo Tomás no admite.

El argumento ontológico se basa en que el ateo le admita al creyente (en la rara conversación que tienen sobre este asunto) una definición de Dios:

-el ser mayor que el cual nada puede ser pensado. (p)

Si el ateo (insensato, necio, nesciens= que no sabe, ignorante) sigue manifestando su magnífica osadía y falta de temor, y se atreve a señalar que el Dios, el ser mayor que el cual nada pensarse NO existe (porque sólo existe en una definición de la mente), este necio, este ignorante atrevido, vuelve a mostrar su magnífica ignorancia.

Esto es, para qué nos vamos a engañar, que se contradice -afirma (q) y (no q) a la vez- y que incumple el axioma básico de cualquier pensamiento que se precie: el principio de no-contradicción;

porque entonces el ser mayor que el que no puede pensarse nada no es el ser mayor que el cual nada pensarse.

Esto es, que no es lo que es, cosa manifiestamente imposible.

Pues debes conocer que la verdad ocurre cuando lo que ES en el entedimiento, ES también en la realidad, cuando se corresponde o correlaciona lo que decimos/pensamos en el lenguaje/mente con lo que sucede en la realidad.

Cosa también grave, porque si esa definición se refiere a Dios, estará el insensato (nosotros no) sosteniendo en su corazón (su mente) que Dios no es Dios. O que Dios es no-Dios. Y no-Dios puede ser la nada.

Resultado del razonamiento: como la contradicción está prohibida en el pensamiento, se tiene que pensar que el ser mayor... existe en el pensamiento y en la realidad. De esa manera, definitivamente y sin resquicios, el ser mayor... es el ser mayor..., Dios es Dios y la verdad resulta respetada.

Las objeciones, los contraargumentos:

Basarse en definiciones, para concluir de ahí la existencia de las cosas, nos llevaría al absurdo de poder demostrar casi la existencia de cualquier cosa, con tal de que la hubiéramos definido bien: así pasa con la "isla perfecta" de Gaunilón, monje de malas intenciones filosóficas que argumentó contra la prueba de San Anselmo.

También las Ideas de Platón -en particular la Idea principal, la de Bien- se basan en una prueba semejante a la de San Anselmo, según ha podido señalar B. Russell; que además demuestra que el razonamiento de San Anselmo es incorrecto lógicamente.

Y luego está el ejemplo de Kant de los cien táleros, o del billete de diez euros que va de bolsillo sin que cambie la cantidad, pero cambiando bastante la situación, según que esté en tu bolsillo o no. Pues la definición que se intercambian el creyente y el insensato es como ese billete.

FILOSOFIA 1º BACHILLERATO, LA CIENCIA, LA TECNOLOGIA Y LAS CONSECUENCIAS

Cinco cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico

Por: Neil Postman

Publicado en: http://www.aciprensa.com/reportajes/newtech/postman.htm

Aquí está la conferencia de Postman en inglés.


Las cuestiones evidentes que debemos plantearnos después de la lectura de este texto (y de su peculiar traducción) tienen que ver con los efectos positivos que atribuimos, sin pensar demasiado, a las nuevas tecnologías, en particular a partir de la/s revolución/es informática/s.

No todo es benéfico, en efecto. También se da lo que en la guerra se denomina eufemísticamente "efectos colaterales". Aunque en el caso de la tecnología los efectos son fundamentalmente económicos y culturales.

El mérito del texto de Neil Postman no es que vaya a acertar o no, sino que recoge situaciones de innovación tecnológica a lo largo de la historia, con los efectos sociales que han provocado directa o indirectamente (p. ej., la imprenta).

Como no vamos a pensar que con la "era de la información" vaya a ser diferente, ahí está el problema:

  1. ¿En qué van a consistir los cambios?
  2. ¿Quiénes van a ser los afectados?
  3. ¿Qué se puede hacer?
  4. ¿...?

06 diciembre 2006

ETICA, 4º ESO C, LA TELEVISION Y LA NIÑEZ

Neil Postman

***

Su biografía.

***

  • ¿Qué conclusiones sacas de la entrevista?
  • Redáctalas con sentido y orden.

ANTROPOLOGIA 2º BACHILLERATO, ENTREVISTA A NEIL POSTMAN

Se trata del texto de una conferencia de Neil Postman, un comunicólogo norteamericano que se dedicó a la investigación acerca de cómo afectan las nuevas tecnologías, en particular la televisión, al empleo de nuestra inteligencia y a la forma de la educación.

  • Léela y redacta una síntesis con las ideas que consideres más significativas. Después puedes hacer una valoración crítica:


Cinco cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico

Por: Neil Postman

Publicado en: http://www.aciprensa.com/reportajes/newtech/postman.htm

Buenos días Eminencias y Excelencias, damas y caballeros.El tema de este congreso, "Nuevas Tecnologías y Persona Humana: Comunicando la Fe en el nuevo Milenio", sugiere, por supuesto, que ustedes están preocupados sobre lo que podría sucederle a la fe en el nuevo milenio, así como a lo que ustedes. Además de que nuestras computadoras, que están próximas a tener un colapso nervioso en anticipación al año 2000, hay una gran parte de las conversaciones frenéticas sobre el siglo 21 y cómo éste nos presenta problemas únicos de los que sabemos muy poco, sin embargo, se supone que deberemos estar cuidadosamente preparados. Todos parecen preocuparse sobre esto -la gente de negocios, políticos, educadores, así como los teólogos.
En el riesgo de un sonoro apadrinamiento, ¿puedo tratar de tranquilizar sus mentes? Dudo que el siglo 21 nos presente problemas que aturdan más, desorienten o sean más complejos que los que enfrentamos en este siglo, o en el XIX, XVIII, XVII, o -da lo mismo- muchos siglos antes de ésos. Pero para aquellos que son excesivamente nerviosos sobre el nuevo milenio, puedo darle, justo al comienzo, algún buen consejo sobre cómo confrontarlo. El consejo viene de personas en las que podemos confiar, y cuya profunda meditación, es seguro decir, aventaja la del Presidente Clinton, Newt Gingrich, o aún Bill Gates. Aquí está lo que Henry David Thoreau nos dijo: "Todas nuestras invenciones son tales pero cuando son mejoradas representan que fueron un final no mejorado." Aquí lo que Goethe nos dijo: "Uno podría, cada día, tratar de oír una pequeña canción, leer un buen poema, ver una buena película, y, si es posible, hablar unas cuantas palabras razonables." Sócrates nos dijo: "La vida no examinada no tiene mérito en ser vivida." El Rabí Hillel nos dijo: ‘Lo que es detestable para usted, no lo haga a otro." Y aquí está el profeta Miqueas: "¿Qué es lo que el Señor requiere de nosotros sino es hacer la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con Dios".
Y yo puedo decir, si tuviéramos el tiempo, (a pesar que ustedes lo saben suficientemente bien) lo que Jesús, Isaias, Mahoma, Spinoza, y Shakespeare nos dijeron. Todo es lo mismo: No hay escape de nosotros mismos. El dilema humano es el que siempre ha sido, y es una desilusión creer que los cambios tecnológicos de nuestra era han convertido en irrelevante la sabiduría de las eras y los sensatos.
Sin embargo, teniendo que decir esto, sé perfectamente bien que, porque vivimos en una era tecnológica, tenemos algunos problemas especiales sobre los que Jesús, Hillel, Sócrates, y Miqueas no hablaron y no podían hacerlo. No tengo la sabiduría para decir qué debemos hacer ante tales problemas, y por eso mi contribución debe confinarse a algunas cosas que necesitamos saber para hablar de esos problemas. Llamo a mi plática "Cinco Cosas que Necesitamos Saber sobre el Cambio Tecnológico". Baso estas ideas en mis treinta años de ir estudiando la historia del cambio tecnológico pero no pienso que ésas sean ideas académicas o esotéricas. Ellas corresponden a esa suerte de cosas sobre las que todos aquellos preocupados por la estabilidad y el balance cultural deberían saber y yo se las ofrezco con la esperanza de que puedan encontrarlas útiles pensando en los efectos de la tecnología sobre la fe religiosa.
La primera idea es que todo el cambio tecnológico es un intercambio. Me gusta llamarlo el pacto de Fausto. La tecnología da y la tecnología quita. Esto significa que para toda ventaja que una nueva tecnología ofrece, siempre hay una desventaja correspondiente. La desventaja puede exceder en importancia a la ventaja, o la ventaja bien puede ser el mérito del precio. Ahora, esto puede parecer una idea obvia, pero usted se sorprendería al saber cómo la gente cree que las nuevas tecnologías son bendiciones puras. Sólo necesitan pensar sobre el entusiasmo con el que la mayoría de personas se acerca a su comprensión de las computadoras. Pregúntenle a alguien que sepa algo sobre computadoras para hablar acerca de ellas, y usted encontrará que ellos exaltarán, sin avergonzarse e implacablemente, las maravillas de las computadoras. También encontrarán que en la mayoría de los casos ellos omitirán completamente mencionar alguno de los riesgos de las computadoras. Es un desbalance peligroso: mientras mayores sean las maravillas de la tecnología, mayores serán sus consecuencias negativas.
Piensen en el automóvil, que con todas sus ventajas evidentes, ha envenenado nuestro aire, asfixiado nuestras ciudades, y degradado la belleza de nuestra naturaleza. O pueden reflexionar sobre la paradoja de la tecnología médica que brinda maravillosas curas; pero es, al mismo tiempo, la causa demostrable de ciertas enfermedades y discapacidades, y ha jugado un rol significativo en la reducción de las habilidades de diagnosticar de los especialistas. También es bueno evocar que para todos los beneficios intelectuales y sociales que nos dio la imprenta, su costo fue igualmente monumental. La imprenta dio al mundo de Occidente la prosa, pero hizo de la poesía una forma exótica y elitista de comunicación. Nos dio la ciencia inductiva, pero redujo la sensibilidad religiosa a una forma de superstición caprichosa. La impresión nos dio la concepción moderna de nación, pero al hacer eso volvió al patriotismo en una emoción sórdida si no letal. Nosotros podemos aún decir que la impresión de la Biblia en lenguas vernaculares introdujeron la impresión de que Dios era inglés, alemán o francés—es decir que la impresión redujo a Dios a las dimensiones de un potentado local.
Tal vez la mejor manera con la que puedo expresar esta idea es decir que la pregunta "¿Qué hará una nueva tecnología?" no es más importante que la pregunta "¿Qué anulará una nueva tecnología?" Realmente, la última pregunta es más importante, precisamente porque es formulada con poca frecuencia. Uno podría decir, luego, que una perspectiva sofisticada sobre el cambio tecnológico incluye el ser escéptico de las visiones utópicas y mesiánicas delineadas por aquellos que no tienen sentido de la historia o de los precarios balances de los que depende la cultura. De hecho, si esto dependiera de mí, prohibiría que alguien hable sobre las nuevas tecnologías informativas a menos que esa persona pueda demostrar que él o ella saben algo acerca de los efectos sociales y psíquicos del alfabeto, el reloj mecánico, la imprenta y la telegrafía; en otras palabras, que sepa algo sobre los costos de las grandes tecnologías.
La Idea Número Uno, luego, es que la cultura siempre paga el precio de la tecnología.Esto adelanta la segunda idea, que es que las ventajas y desventajas de las nuevas tecnologías nunca han sido distribuidas entre la población. Esto significa que toda la nueva tecnología beneficia a algunos y daña a otros. Aún hay varios que no están del todo afectados. Consideren de nuevo el caso de la imprenta en el siglo 16, de la que Martín Lutero dijo que era "el más alto y extremo acto de gracia de Dios, por el cual el quehacer del evangelio está siendo propulsado". Llevando la palabra de Dios a todas las mesas cristianas, el libro producido en masa socavó la autoridad de la jerarquía de la Iglesia, y aceleró la desintegración de la Santa Sede romana. Los protestantes de ese tiempo alentaron ese desarrollo. Los católicos estaban irritados y aturdidos. Soy un judío, y si hubiera vivido en ese tiempo, probablemente no habría condenado la manera de unos u otros, desde que eso no habría hecho diferencia si un pogrom fue inspirado por Martín Lutero o el Papa León X. Algunos ganan, algunos pierden, unos cuantos permanecen como estaban.
Tomemos como otro ejemplo la televisión, aunque aquí debería añadir de repente que en el caso de la televisión hay unos cuantos que no están afectados de una u otra manera. En América, donde la televisión se ha afirmado con más profundidad que en cualquier otro lado, hay mucha gente que la encuentra como una bendición, no sólo aquéllos que han logrado gratificantes y altamente remuneradas carreras en la televisión como ejecutivos, técnicos, directores, narradores de noticias y animadores. Por otra parte, y a largo plazo, la televisión puede traer el fin de las carreras de profesores desde que la escuela fue invención de la imprenta y se debe mantener o caer en el asunto de la importancia que el mundo impreso tendrá en el futuro. No hay otra opción, por supuesto, la televisión seguirá adelante pero los profesores de escuela entusiastas por su presencia siempre traen a mi mente una imagen de un herrero a la vuelta del siglo que no sólo canta alabanzas al automóvil sino también cree que su negocio será enriquecido por él. Nosotros sabemos ahora que su negocio no se enriqueció por él; se volvió obsoleto por él, como tal vez un herrero inteligente lo hubiera sabido.
Las preguntas, luego, que nunca están lejos de la mente de una persona con el conocimiento suficiente sobre el cambio tecnológico son: ¿Qué beneficios específicos da el desarrollo de una nueva tecnología? ¿Qué grupos, qué tipo de persona, qué clase de industria será favorecida? Y, por supuesto, ¿qué grupos de personas serán dañadas con eso?
Estas preguntas ciertamente deberían estar en nuestras mentes cuando pensamos sobre la tecnología informática. No hay duda de que la computadora ha sido y seguirá siendo ventajosa para organizaciones a gran escala como la militar o las compañías aéreas o los bancos o las instituciones recaudadoras de impuestos. Y es igualmente claro que la computadora es ahora indispensable para los investigadores de gran nivel en la física y otras ciencias naturales. Pero ¿qué tanto la tecnología informática ha sido una ventaja para las masas de personas? ¿Para los trabajadores en acero, los propietarios de tiendas de vegetales, mecánicos automovilísticos, músicos, panaderos, albañiles, sí, teólogos, y la mayor parte del resto en cuyas vidas la computadora ahora se entromete? Los asuntos privados de esas personas se han hecho más accesibles a las instituciones poderosas. Son fácilmente rastreadas y controladas; son sujetos de más exámenes, y crecientemente mistificadas por las decisiones hechas sobre ellas. Son más que nunca reducidas a meros objetos numéricos. Son sepultados por correo chatarra. Son blancos fáciles para las agencias de publicidad y las instituciones políticas.
En una palabra, esas personas son perdedores en la gran revolución informática. Los ganadores, que incluyen entre otros a las compañías de computadoras, las corporaciones multinacionales y el estado, alentarán, por supuesto, a los perdedores para que se entusiasmen con la tecnología computarizada. Ésa es la manera de los ganadores, y por eso en el principio le dijeron a los perdedores que con computadoras personales el promedio de las personas que podrían balancear más limpiamente su talonario, mantengan mejor el rastreo de las recetas, y hagan lista de compras más lógicas. Luego les dijeron que las computadoras harían posible votar en casa, comprar en casa, conseguir todo el entretenimiento que deseen en casa, y hasta convertir innecesaria la vida comunitaria. Y ahora, por supuesto, los ganadores hablan constantemente de la Era de la Información, siempre implica que mientras mayor información tengamos, mejor resolveremos los problemas significativos -tanto los personales como los problemas sociales a gran escala. Pero ¿qué tan cierto es esto? Si hay niños que mueren de hambre en el mundo -y existen- no es porque haya información insuficiente. Hemos sabido por un largo tiempo cómo producir suficiente comida para alimentar a todos los niños en el planeta. ¿Cómo es que dejamos que muchos mueran de hambre?
Si hay violencia en nuestras calles no es porque tengamos información insuficiente. Si se abusa de las mujeres, si el divorcio, la pornografía y las enfermedades mentales aumentan, nada de eso tiene algo que ver con la información insuficiente. Me atreveré a decir que es porque algo más se está perdiendo, y no creo que deba decirle a esta audiencia lo que es. ¿Quién sabe? Ésta era de la información, puede volverse una maldición si estamos ciegos como para no poder ver verdaderamente dónde descansan nuestros problemas. Por eso es que siempre es necesario para nosotros preguntar a aquellos que hablan entusiastamente sobre la tecnología informática, por qué lo hacen. ¿A qué intereses representan? ¿A quién esperan darle poder? ¿A quién le retienen poder?
No quiero atribuir motivos desafortunados y mucho menos siniestros a nadie. Sólo digo que desde que la tecnología favorece a algunos y daña a otros, hay preguntas que siempre deben ser formuladas. Y por eso, que siempre hay ganadores y perdedores en el cambio tecnológico es la segunda idea.
Aquí está la tercera. Toda la tecnología encierra una idea poderosa, muchas veces dos o tres ideas poderosas. Éstas son ideas que en ocasiones no están a simple vista porque son de naturaleza abstracta. Pero esto no debería ser tomado para decir que no tienen consecuencias prácticas.
Tal vez a ustedes les es familiar el antiguo adagio que dice: "Para un hombre con un martillo, todo parece un clavo". Podemos extender este axioma: Para una persona con un lápiz, todo parece una oración. Para una persona con una cámara filmadora, todo parece una imagen. Para una persona con una computadora todo parece datos. No pienso que necesitemos tomar esos aforismos literalmente. Pero lo que en ellos llama nuestra atención es que toda la tecnología tiene un prejuicio. Como el lenguaje en sí mismo, nos predispone a favorecer y valorar ciertas perspectivas y méritos. En una cultura sin escritura, la memoria humana es la de más importancia, como los proverbios, dichos y canciones que contienen la sabiduría oral acumulada durante siglos. Eso es por lo que Salomón pensó en ser el más sabio entre los hombres. En Reyes, me enteré que sabía 3,000 proverbios. Pero en una cultura con escritura, tales proezas de la memoria son consideradas una pérdida de tiempo, y los proverbios sólo son fantasías irrelevantes. La persona que escribe favorece a la organización lógica y el análisis sistemático, no a los proverbios. La persona "telegráfica" valora la rapidez no la introspección. La persona de la televisión valora la inmediatez, no la historia. Y la gente de la computadora, ¿qué debemos decir de ellos? Tal vez podemos decir que la persona de la computadora valora la información, no el conocimiento, y ciertamente no la sabiduría. Realmente en la era de las computadoras, el concepto de sabiduría puede desvanecerse todo.
La tercera idea, a continuación, es que toda la tecnología tiene una filosofía que da a una expresión en cómo la tecnología hace que la gente use su mente, en lo que nos hace hacer con nuestros cuerpos, en cómo codifica el mundo, en qué sentidos nuestros amplifica, y cuáles de nuestras tendencias emocionales e intelectuales estarán desatendidas. Ésa idea es la suma y sustancia de lo que el gran profeta católico, Marshall McLuhan quiso decir cuando acuñó la famosa frase, "El medio es el mensaje".
Aquí está la cuarta idea: El cambio tecnológico no es aditivo; es ecológico. Puedo explicar esto mejor con una analogía. ¿Qué sucede si echamos una gota de tinta roja en un tubo de ensayo con agua clara? ¿Tendremos agua clara más una mancha de tinta roja? Obviamente no. Tenemos una nueva coloración para cada molécula de agua. A eso me refiero con cambio ecológico. Un nuevo medio no agrega algo; lo cambia todo. En el año, después que la imprenta fue inventada, no tenían una Europa vieja más la imprenta. Tuvieron una Europa diferente. Después de la televisión, América no fue América más la televisión. La televisión dio una nueva coloración a la todas las campañas políticas, a todos los hogares, todos los colegios, todas las iglesias, todas las industrias, etc.
Esa es la razón por la que debemos ser cautelosos ante la innovación tecnológica. Las consecuencias del cambio tecnológico son siempre vastas, a veces imprevisibles y ampliamente irreversibles. Es por eso que también debemos ser suspicaces con los capitalistas. Los capitalistas son, por definición, no sólo "tomadores" de riesgo personal sino, más precisamente, "tomadores de riesgo cultural". Los más creativos y osados entre ellos esperan explotar al máximo las nuevas tecnologías, y no les importa mucho qué tradición es demolida en el proceso o si una cultura no está preparada para funcionar sin tales tradiciones. Los capitalistas son, en una palabra, radicales. En Estados Unidos, nuestros radicales más significativos siempre han sido capitalistas - hombres como Bell, Edison, Ford, Carnegie, Sarnoff, Goldwyn. Esos hombres arrasaron el siglo 19, y crearon el 20, por lo que es un misterio para mí que se considere a los capitalistas como conservadores. Tal vez esto es porque ellos se inclinaban a usar trajes oscuros y corbatas grises.
Confío en que ustedes entiendan que diciendo todo esto, no realizo ningún argumento en favor del socialismo. Sólo digo que los capitalistas necesitan ser observados y disciplinados. Para estar seguros, ellos hablan sobre la familia, el matrimonio, la piedad y el honor; pero con el permiso para explotar las nuevas tecnologías al máximo en su potencial económico, ellos pueden deshacer las instituciones que hicieron tales ideas posibles. Y sobre esto quiero dar dos ejemplos, tomados del encuentro estadounidense con la tecnología. El primero compete a la educación. ¿Quién, podemos preguntar, ha tenido en mayor impacto en la educación estadounidense en este siglo? Si ustedes están pensando en John Dewey o cualquier otro filósofo de la educación, les debo decir que están muy equivocados. El mayor impacto lo dieron por completo los hombres en trajes grises de un suburbio de New York llamado Princeton, New Jersey. En ese lugar, ellos desarrollaron y promovieron la tecnología conocida como el examen estándar, tales como los tests IQ, los SATs y los GREs. Esas pruebas redefinieron nuestra concepción del aprendizaje, y tuvieron como resultado nuestra reorganización del currículum para acomodarnos a esas pruebas.
Un segundo ejemplo concierne a nuestros políticos. Ahora es claro que la gente que tuvo el efecto más radical en los políticos estadounidenses en nuestro tiempo no son los ideólogos políticos o los estudiantes que protestan con cabello largo y copias de Karl Marx bajo sus brazos. Los radicales que han cambiado la naturaleza de los políticos en Estados Unidos son los empresarios en trajes y corbatas grises que administran la gran industria televisiva en el país. Ellos no querían convertir el discurso político en una forma de entretenimiento. Ellos no querían que fuera imposible para una persona con sobrepeso tentar una oficina política de gran nivel. Ellos no querían reducir las campañas políticas a comerciales televisivos de 30 segundos. Todo lo que intentaban hacer fue hacer de la televisión una máquina de dinero vasta e incansable. No les preocupa haber destruido los discursos políticos substanciales en el proceso.
Llego ahora a la quinta y última idea, que es que los medios de comunicación tienden a convertirse en míticos. Uso esta palabra en el sentido en que fue pensada por el crítico literario francés, Roland Barthes. Él usó la palabra "mito" para referirse a la tendencia común de pensar en las creaciones tecnológicas como si fueran dadas por Dios, como si fueran una parte del orden natural de las cosas. En una ocasión pregunté a mis alumnos si sabían cuando el alfabeto fue inventado. La pregunta los dejó atónitos. Es cómo si los hubiese preguntado cuándo fueron inventadas las nubes y los árboles. Ellos creen que el alfabeto no fue algo que se inventó. Sólo que era. Esto es así como muchos productos de la cultura humana pero con ninguno más consistentemente que con la tecnología. Los autos, aviones, televisión, películas, periódicos –ellos han alcanzado un status mítico porque son percibidos como regalos de la naturaleza, no como artefactos producidos en un contexto político e histórico.
Siempre es peligroso cuando una tecnología se convierte en mítica, porque si es aceptada como eso, no será fácilmente susceptible de modificación o control. Si ustedes propusieran al estadounidense promedio que la emisión televisiva no comenzara hasta las 5 PM y que cesara a las 11 PM, o les propusieran que no habrán comerciales televisivos, pensará que se trata de una idea ridícula. Pero no porque esté en desacuerdo con su agenda cultural. Pensará que es ridículo porque asume que le están proponiendo que algo en la naturaleza será cambiada; como si le sugirieran que el sol saldrá a las 10 AM en vez de las 6.Cuando pienso sobre la capacidad de la tecnología para llegar a ser mítica, suelo evocar la observación hecha por el Papa Juan Pablo II. Él dijo: "la ciencia puede purificar a la religión del error y la superstición. La religión puede purificar a la ciencia de la idolatría y los falsos absolutos".
Lo que estoy diciendo es que nuestro entusiasmo por la tecnología puede volverse una forma de idolatría y nuestra creencia en su beneficio puede ser un falso absoluto. La mejor manera de ver la tecnología es verla como un intruso extraño, para recordar que la tecnología no es una parte del plan de Dios sino un producto de la creatividad y soberbia humanas, es decir, que su capacidad para el bien o el mal descansa enteramente en la conciencia humana de lo que ésta hace por nosotros y a nosotros.
Así, ésas son mis cinco ideas sobre el cambio tecnológico. Primero, que siempre pagamos un precio por la tecnología; a una mejor tecnología, un precio mayor. Segundo, siempre hay ganadores y perdedores, y los ganadores siempre tratan de persuadir a los perdedores sobre que son realmente ganadores. Tercero, toda la gran tecnología implica un prejuicio epistemológico, político y social. Muchas veces esa tendencia es enorme para nuestra ventaja. Muchas veces no lo es. La imprenta aniquiló la tradición oral; la telegrafía aniquiló el espacio; la televisión ha humillado a la palabra; la computadora, tal vez, degradará la vida la vida comunitaria. Y demás. Cuarto, el cambio tecnológico no es aditivo, es ecológico, lo que significa que lo cambia todo y es, además, muy importante para dejarla en manos de Bill Gates. Y quinto, la tecnología tiende a convertirse en mítica; esto es, que es percibida como parte del orden natural de las cosas, y además tiende a controlar nuestras vidas más de lo que es bueno para nosotros.
Si tuviéramos más tiempo, podría proporcionar algunas cosas importantes sobre el cambio tecnológico pero permaneceré con éstas por el momento, y voy a cerrar con este pensamiento. En el pasado experimentamos el cambio tecnológico como sonámbulos. Nuestro slogan implícito ha sido "tecnología über alles" (la tecnología por encima de todos) y hemos estado deseando dar forma a nuestras vidas para que encajen en los requerimientos de la tecnología, no en los requerimientos de la cultura. Ésta es una forma de estupidez, especialmente en la era del vasto cambio tecnológico. Necesitamos proceder con nuestros ojos muy abiertos así muchos de nosotros usaremos la tecnología en lugar de ser usados por ella.
Neil Postman

ETICA 4º ESO C, ENTREVISTA A FERNANDO SAVATER

Aquí tienes una alocución -y la intervención posterior del público, haciéndole preguntas- de Fernando Savater, catedrático de Filosofía y un buen divulgador de los temas de ética y política.

Léela.

FILOSOFIA 1º BACHILLERATO, LA MENTE Y EL CEREBRO

A veces los suplementos culturales de los periódicos tienen el detalle de colgar fragmentos o capítulos de libros. Aquí tienes el capítulo primero de un nuevo libro de Eduard Punset. Aparece en El cultural, que es un suplemento del diario El mundo.

***

Otra imagen de Magritte:

¿Qué es interior y qué es exterior?
¿Qué diferencia hay entre la realidad y la ficción?
¿Entre el arte y la naturaleza?

05 diciembre 2006

FILOSOFIA 1º BACHILLERATO, TEXTOS DE LAOTSE Y JULIO CORTAZAR

Los textos que hemos leído -Lao Tse, Julio Cortázar- contienen todos ellos un razonamiento paradójico: saber y no saber; interior y exterior...

Intenta explicarlos, y consulta y copia primero la definición de paradoja.

***

En el arte del siglo XX -el siglo pasado- exiten multitud de representaciones pictóricas de la extrañeza y el absurdo.

También sobre la continuidad de interior y exterior, como en este cuadro de Magritte; o sobre el sueño y la vigilia, en este cuadro de De Chirico. O este otro.

03 diciembre 2006

FILOSOFIA 2º BACHILLERATO, SANTO TOMAS, LA LEY NATURAL

Hemos visto que Tomás de Aquino diferencia, dentro de la mente humana, dos capacidades:

1) la razón, mediante la cual podemos ser capaces de entender el mundo, a través de un proceso de abstracción que empieza con la observación de los datos sensibles, hasta que acabamos en la metafísica (enteramente basada en el empleo de la inteligencia), que se ocupa de los conceptos más amplios de la realidad -lo que se denomina el "ser"- y en el estudio del mismo principio (causa, explicación, ley) de la realidad, que es Dios.

2)la fe, que nos pone en relación con conocimientos para los que nuestra sola inteligencia de seres humanos es radicalmente insuficiente; ese plus de conocimientos se nos da por revelación, a través de una iluminación o concurso de Dios en nuestra mente. (Todo esto es evidentemente cuestión de tener o no tener fe, aunque Tomás de Aquino puede mantener -y argumentar- que es racional tener fe. Quizás hay que darle la razón, en parte: actuar sólo mediante la razón también es tener fe... en la razón.)

Esto por lo que alcanza a la razón teórica, al conocimiento científico, filosófico, especulativo.

Aparte de contemplar y explicar la realidad, que es la finalidad más alta que pueden alcanzar los seres humanos en su vida terrestre, encarnada, en cuerpos de carne y hueso, aparte de eso, los seres humanos actúan relacionándose con otros, en una ciudad o una sociedad (esto pertenece a la razón práctica).

Para Aristóteles los seres humanos son animales políticos, una rara especie de animales como lo son otros (seres vivos que nacen y mueren, se reproducen, se mueven, buscan alimento... ), pero que además (a diferencia de los otros animales) tienen la razón y el lenguaje para comunicarse unos con otros y saber decir las cosas que están bien, las que son justas y las que no, las que son bellas, y las que no son bellas.

Tomás de Aquino señala, de manera similar a Aristóteles, que los seres humanos son animales sociales. En esta su condición o naturaleza de sociales, que tienen los seres humanos, pueden también desarrollar su finalidad y su felicidad en esta vida (no se olvide que Tomás de Aquino mantiene, como persona religiosa y cristiana que es, la creencia en otra vida, y la creencia en la contemplación sobrenatural de Dios como el bien más alto que Dios ha destinado a la criatura humana).

Vivir en sociedad, porque somos animales sociales, requiere cumplir en nuestra conducta con reglas establecidas, someternos a leyes, de forma que nuestra libertad pueda estar bien encauzada, y se conozca y desee lo correcto y lo bueno (en realidad, no nos estamos apartando demasiado de Platón, porque la filosofía nunca se aparta del todo de Platón).

Está la ley eterna, identificada con la Providencia, consistente en el saber y poder de Dios, en su misma esencia, demasiado perfecta para que podamos conocerla con nuestra razón (la esencia y la ley eterna), a no ser como ley revelada, como fe que conocemos a través de los libros religiosos (que contienen la revelación de Dios: como las Tablas de la ley de Moisés).

También los seres humanos son capaces de producir leyes. De eso se ocupa el político o gobernante, de crear leyes para que las personas regulen su conducta. El conjunto de esos preceptos es la ley positiva, lo que para nosotros son los códigos jurídicos.

Por último está la ley natural, que contiene aquellas disposiciones u obligaciones que convienen a la naturaleza humana, y que son posibles de conocer por el uso de la inteligencia, de la razón natural.

Debemos entender dos cosas:

a) que la ley natural debe ser adecuada a la ley eterna de Dios, igual que la razón y la fe deben ser partes complementarias (no contrarias u opuestas) de nuestro conocimiento,

b) que debe ser más general y abstracta que las leyes positivas y particulares que se ven en las diferentes épocas de la historia, y entre las diferentes sociedades. De esa manera se puede pensar que la ley natural constituye la fuente de todos los códigos de derecho, o no. Pues se trata de un problema totalmente actual: el derecho, ¿se basa en la naturaleza humana?, ¿se basa en las normas que producen los hombres?

Dos cuestiones nos podemos plantear, para ver la relación y actualidad del pensamiento de Santo Tomás de Aquino acerca de la ley:

-El universalismo o el relativismo de las leyes: ¿puede un organismo internacional como la ONU promulgar un código válido para todos los seres humanos, con independencia de donde vivan, y de las creencias y costumbres que mantengan? Por el contrario, pensando que eso no puede ser, ¿son las normas o leyes que establecen los seres humanos relativas a su situación y cultura, de manera que es imposible que sepamos donde está lo correcto, lo justo y lo bueno?

-¿Qué posibilidades tienen la razón y la fe, cada una por su lado, para ordenar nuestras sociedades contemporáneas? ¿La política debe estar separada de la religión? Si es que sí, ¿cómo podemos fijar reglas de convivencia con otras culturas que no separen en su vida comunitaria la religión del resto de sus comportamientos?

Sobre estos dos últimos puntos ha habido últimamente importantes polémicas, así que no me estoy yendo por las ramas, y a ti te corresponde hallar esos ejemplos e ilustrar el significado de estas cuestiones que te estoy planteando.