28 abril 2015

HISTORIA DE LA FILOSOFIA, 2º BACH, ORTEGA

Sobre el texto de Ortega (cap. "La doctrina del punto de vista", de El tema de nuestro tiempo), vocabulario y contexto aparte, vamos a manejar los siguientes materiales:

  • El texto, con comentarios al pie, de Ortega
  • Mi  comentario del texto, en el blog, y que daré.
  • El contexto que figura en mi blog.
  • Listado de vocabulario. (Que iremos elaborando en clase a partir de los materiales fotocopiados: texto de Ortega y comentarios; sin excluir material internáutico.
  • Relación con otro/s autores. (Lo más sencillo es con Nietzsche, considerando que Ortega representa una versión más moderada del "vitalismo" de Nietzsche. También puede efectuarse la relación con el texto de  Platón o el de Descartes, puesto que estos dos pensadores son "racionalistas" y representan una forma de pensamiento a la que Ortega se opone...)
En cuanto al examen, la estructura será la misma que el examen de Nietzsche, en líneas generales. Aclaraciones, en el momento oportuno.

27 abril 2015

Atrévete (FILOSOFÍA 1o BACH)

Continuación del texto de B. de C.:
19. Importancia del genio creador e innovador.
20. Coincide el liderazgo grupal - social- con la inventiva ?
21. Cerebro reptiliano.
22. Cuáles son los retos, y de dónde vienen las dificultades?
23. Importancia de la educación y la ignorancia.
24. Prospectiva: escenarios de humanidad. Dificultades y posibilidades.
25. Dónde están las esperanzas?

Atrtévete (FILOSOFÍA 1º BACH)

Seguimos con las cuestiones del texto de B. de C.:


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10. Cuál es el aspecto físico predecible del homo sapiens, según sostiene el autor?
11. Los retos que deberá afrontar, ¿son solamente biológicos o los hay también de otro tipo? (Responde según lo que se dice en el texto.)
12. Qué puedes comentar acerca del significado de la expresión “una clara disociación entre biología y tecnología”?
13. Busca información biográfica acerca del biólogo evolucionista Stephen Jay Gould, y en particular acerca de su hipótesis del equilibrio puntuado (viene algo en el mismo texto).
14. Qué significa “natura non facit saltus”?
15. Elabora una breve nota biográfica de Linneo.
16. Cuáles son los hechos evolutivos más notorios en los inicios de la especie H. S., y qué consecuencias tuvieron y tienen? (p. 130)
17. El crecimiento exponencial del progreso tecnológico humano, ¿implica de suyo mayores éxitos en la “lucha por la vida”?
18. ¿Por qué, y de qué depende nuestro frágil éxito como especie?

21 abril 2015

Atrévete (FILOSOFÍA 1º BACH)

Más páginas de J. Mª Bermúdez de Castro, La evolución del talento (pp. 124 y ss.)

En torno a la evolución humana a partir del neolítico y las transformaciones del "cerebro colectivo".

Cuestiones:
1. Se ha parado la evolución biológica del ser humano con el surgimiento de la cultura?
2. Cuáles son las variaciones genéticas premiadas y por qué? En qué se tradujo?
3. Qué factores intervienen en el progreso demográfico y cultural?
4. Fechas y factores del surgimiento del Neolítico?
5. Efectos del Neolítico.
6. Ventajas de la comunicación en el progreso cultural.
7. Efectos ecológicos y sociales del éxito biológico de la especie.
8. Causas de la transformación tecnológica de las últimas décadas.
9. Qué significa la integración en un cerebro colectivo?
...

14 abril 2015

FILOSOFIA 1º BACH,

Continuación de las cuestiones en torno al texto de Bermúdez de Castro, de su libro La evolución del talento:

...
9. Qué es el protocolo y para qué sirve?

10. Utilidad de las alianzas en la vida y en la política.
11. Por qué se busca entrar en la vida política, según el autor del texto?
12. Qué tiene que ver nuestra conformación biológica con la política? (Según lo que figura escrito en el texto.)
13. Busca y copia del DRAE el significado de "símbolo", y consulta por ahí el significado de la expresión "animal simbólico". 
14. Utilidad de los símbolos (vestuario, propiedades, arquitectura, etc.) en la identificación de las jerarquías militares, religiosas y políticas.
15. Utilidad y límites de la jerarquía en el caso del primate humano. 


HISTORIA DE LA FILOSOFIA, 2º BACHILLERATO, TEXTO DE NIETZSCHE

(En letra más pequeña, el texto de Nietzsche; en cursiva, en mi comentario, las partes que serían de ampliación del comentario)


NIETZSCHE, F:
El crepúsculo de los ídolos. (Trad. A. Sánchez Pascual). Ed. Alianza.
Madrid. 1979, pp.45-50.

‘La "razón" en la filosofía’

1

 Me pregunta usted qué cosas son idiosincrasia en los filósofos?... Por ejemplo, su falta de sentido histórico, su odio a la noción misma de devenir, su egipticismo. Ellos creen otorgar un honor a una cosa cuando la deshistorizan, sub specie aeterni [desde la perspectiva de lo eterno], cuando hacen de ella una momia. Todo lo que los filósofos han venido manejando desde hace milenios fueron momias conceptuales; de sus manos no salió vivo nada real. Matan, rellenan de paja, esos señores idólatras de los conceptos, cuando adoran, - se vuelven mortalmente peligrosos para todo, cuando adoran. La muerte, el cambio, la vejez, así como la procreación y el crecimiento son para ellos objeciones, - incluso refutaciones. Lo que es no deviene; lo que deviene no es... Ahora bien, todos ellos creen, incluso con desesperación, en lo que es. Mas como no pueden apoderarse de ello, buscan razones de por qué se les retiene. "Tiene que haber una ilusión, un engaño en el hecho de que no percibamos lo que es: ¿dónde se esconde el engañador? - "Lo tenemos, gritan dichosos, ¡es la sensibilidad! Estos sentidos, que también en otros aspectos son tan inmorales, nos engañan acerca del mundo verdadero. Moraleja: deshacerse del engaño de los sentidos, del devenir, de la historia [Historie], de la mentira, - la historia no es más que fe en los sentidos, fe en la mentira. Moraleja: decir no a todo lo que otorga fe a los sentidos, a todo el resto de la humanidad: todo él es "pueblo". ¡Ser filósofo, ser momia, representar el monótono-teísmo con una mímica de sepulturero! - ¡Y, sobre todo, fuera el cuerpo, esa lamentable idée fixe [idea fija] de los sentidos!, ¡sujeto a todos los errores de la lógica que existen, refutado, incluso imposible, aun cuando es lo bastante insolente para comportarse como si fuera real! ... "


“El crepúsculo de los ídolos”: éste es el título del libro de F. Nietzsche al que pertenece el capítulo que leemos, y que se titula, a su vez, “La razón en la filosofía”.

El crepúsculo es el ocaso, el final del día, cuando el sol se retira y viene la noche... Un asunto muy poético y hasta romántico. (También el crepúsculo es el alba, el inicio del día; pero esto es otra cuestión... Lo veremos.)

Lo que sucede es que hay que interpretar metafóricamente el título del libro... Lo cual a nosotros no nos tiene que resultar tan complicado, si nos acordamos de que Platón establecía comparaciones, analogías, símiles, que contaba historias y mitos, etc.

Así, por ejemplo, el sol era identificado con el Bien, porque era comparable el papel que jugaban, uno en el mundo físico y el otro en el mundo inteligible...

Entonces, cuando Nietzsche titula su libro “Crepúsculo... “, hay que pensar en que algo así como que el sol se pone... pero hay que interpretarlo figuradamente: lo que se pone realmente, las que dejan de funcionar, son esas mismas Ideas que a lo largo de toda la historia de la filosofía y de la cultura habían representado el centro y el objetivo de la mirada intelectual, la meta del conocimiento racional, de la moral, y hasta de la religión.

Es a esto a lo que se refiere la segunda parte del título del libro de Nietzsche (“... de los ídolos”). Los tales “ídolos” son nada más y nada menos que esa Ideas centrales, como el Bien de Platón, la Belleza, la Justicia; pero también el Pensamiento de Descartes (el yo pienso, luego yo soy o yo existo), y en general cualquier Idea de Realidad última, de Sustancia o de Ser Perfecto.

Como ese mismo Dios que es una sustancia o Cosa Infinita en Descartes, tan perfecta que si la tenemos en nosotros, en nuestra mente, como parte del conjunto mental de nuestras ideas, nosotros no la hemos podido crear, puesto que no somos proporcionados a su grandeza; a la vez que se ve con evidencia y verdad que esa Idea de Dios o del Ser Perfecto existe; y que sería contradictorio que se nos ocurriera imaginar que fuera la Idea de algo irreal o inexistente, que fuera nada (vayamos al texto de Descartes; allí lo podemos ver)...

Tampoco tiene sentido (o sea, que corresponde a una idolatría, a una adoración de “ídolos”) el concepto de una razón práctica o razón moral, como esa buena voluntad de Kant que está centrada en el cumplimiento del deber por el deber y en el respeto a la ley moral; es decir, en ajustar las máximas o reglas privadas de conducta al test del Imperativo categórico, esa forma o fórmula de mandato o mandamiento moral, que te pide que obres como si tu conducta tuviera que volverse ley universal, similar o asimilable a las reglas de la naturaleza que rigen el comportamiento de los cuerpos materiales (pensemos en ese gran sistema de la ciencia moderna que es la física de Isaac Newton, en cómo unifica la naturaleza en torno a una gran Ley)...

Parece que nos estamos yendo del texto de Nietzsche, de las palabras literales de Nietzsche... Pero realmente no es así. Lo que ocurre es que la filosofía de Nietzsche se construye a contracorriente o en oposición a todas las ideas, categorías o conceptos de la filosofía anterior.

Es una filosofía que desmonta o deconstruye todos los sistemas anteriores. Esto no se hace por capricho, evidentemente, sino basándose en un fallo de toda esa filosofía anterior, en el hecho de que había olvidado (así lo considera Nietzsche), nada más y nada menos que la Vida, y la forma móvil y conflictiva y cambiante que tiene esa misma vida...

Al contrario de lo que han ido haciendo los filósofos, que como no podían controlar ese devenir, es decir, esa condición cambiante o fugitiva de la realidad, llegaban a sostener nada menos que ese mundo físico, sensible, material, vital, etc. no es la verdadera realidad; sino que esa realidad únicamente está en las Ideas, es decir, en lo que el pensamiento es capaz de pensar, haciendo ver que esos pensamientos forman lo que Platón denominaba un Mundo Inteligible, que es más real que éste que vemos y vivimos. Es decir, que tenemos que salir de la caverna para ver la verdadera realidad y ajustar nuestra conducta a ella.

Lo que ocurre es que así nos olvidamos de la vida, y en vez de ver la realidad como es, pues nos estamos inventando otro mundo, sostiene Nietzsche.

Esto es lo que ha hecho la “razón en la filosofía” (es el título del capítulo de Nietzsche que leemos): inventarse sistemas de conceptos, como telas de araña que matan la realidad, que es lo que hacen las arañas con lo que apresan: inmovilizar y matar. También se puede decir que los filósofos, tan racionalistas ellos, se comportan como sepultureros (enterrando la vida), o como momificadores, embalsamadores, taxidermistas... sustituyendo la vida viva por un pálido reflejo que se le parece, pero que no lo es...sustituyendo lo vivo por lo muerto..

2

Pongo a un lado, con gran reverencia, el nombre de Heráclito. Mientras que el resto del pueblo de los filósofos rechazaba el testimonio de los sentidos porque éstos mostraban pluralidad y modificación, él rechazó su testimonio porque mostraban las cosas como si tuviesen duración y unidad. También Heráclito fue injusto con los sentidos. Estos no mienten ni del modo como creen los eléatas ni del modo como creía él, - no mienten de ninguna manera. Lo que nosotros hacemos de su testimonio, eso es lo que introduce la mentira, por ejemplo la mentira de la unidad, la mentira de la coseidad, de la sustancia, de la duración... La "razón" es la causa de que nosotros falseemos el testimonio de los sentidos. Mostrando el devenir, el perecer, el cambio, los sentidos no mienten... Pero Heráclito tendrá eternamente razón al decir que el ser es una ficción vacía. El mundo "aparente" es el único: el "mundo verdadero" no es más que un añadido mentiroso...

Se mienta el nombre de Heráclito (el filósofo del "todo fluye"; el filósofo que mantiene la opinión de que la realidad consiste en cambio, en continua creación y destrucción; la doctrina de que la armonía surge nada más que del conflicto).

Se opone su nombre al "resto del pueblo de los filósofos". Observa ya que esto representa una total falta de respeto de Nietzsche (que había estudiado Filología Clásica) por el sentimiento de casta, normalmente aristocrático y antiplebeyo, de los filósofos.

Por ejemplo:

Platón predicaba el ideal del filósofo-rey, del gobernante-sabio y del sabio-gobernante. Nada democrático. Tampoco se manifiesta democrático Descartes con ese camino ("método") que él recomienda para su mente y no para otras... pero se excusa diciendo que lo hace porque no le convencen las opiniones que han ido imbuyendo en su experiencia propia los demás maestros. Es decir, que pone su mente (metódica, esto sí; sometida a reglas simples y fáciles) por encima de la pluralidad de las voces, aunque sean maestros. Esto tampoco es muy democrático.


Entonces lo que hace Nietzsche es asestar una bofetada en el orgullo de los filósofos (de la filosofía), y señalarles que de aristocráticos no tienen nada: que son una masa y despreciable.

¿Por qué lo hace?

La respuesta está en lo que viene después del nombre de Heráclito (venerado por Nietzsche, aunque no diga Nietzsche que Heráclito no se equivoca, porque también escribe que se equivoca): los filósofos rechazan lo que muestran los sentidos. Justamente lo que empieza haciendo Platón.

Lo que Nietzsche quiere apuntar es que los filósofos rechazan ese cuerpo al que pertenecen los sentidos. Es decir, no solamente que los sentidos yerran y no nos manifiestan la verdad, sino que el cuerpo peca y nos aparta (con sus inclinaciones) de esa "buena voluntad" que era lo mismo que el deber y la ley moral para Kant. (Aunque Kant no era nada ingenuo: escribía que la voluntad de un ser humano no es santa, ni pura ni perfectamente racional.)

Ahora bien, rechazar el cuerpo equivale para Nietzsche a rechazar la vida (recordemos la "mímica de sepultureros" del primer parágrafo). A rechazar la vida tal y como se presenta: racional pero también ingenua; alegre, aunque también peligrosa; hecha de satisfacciones y felicidad, y también de dolor, destrucción y muerte. De armonía, y asimismo de conflicto. Afirmar la vida tal como se da, en eso consiste el "evangelio" de Nietzsche, la "buena nueva" que él pronuncia frente a todo lo que han sostenido los componentes del pueblo de los filósofos...

Nietzsche dice sí a la naturaleza. Es "naturalista". Los filósofos habían sido "sobrenaturalistas". En suma, los filósofos han mirado hacia lo sobrenatural, han sido espíritus religiosos, como los sacerdotes.

O sea: que tampoco han sido tan racionales, puesto que la religión se basa en la fe, en una creencia sin fundamentos firmes. En suma: ni aristocráticos ni racionales. Parece que los filósofos no se han conocido a sí mismos de una manera adecuada, que no han alcanzado la verdad acerca de su propia condición, a pesar de su inteligencia. Les ha faltado espejo, Nietsche se lo facilita y no son nada bellos. ¿Qué se esperaban?

3

¡Y qué sutiles instrumentos de observación tenemos en nuestros sentidos! Esa nariz, por ejemplo de la que ningún filósofo ha hablado todavía con veneración y gratitud, es hasta este momento incluso el más delicado de los instrumentos que están a nuestra disposición: es capaz de registrar incluso diferencias mínimas de movimiento que ni siquiera el espectroscopio registra. Hoy nosotros poseemos ciencia exactamente en la medida en que nos hemos decidido a aceptar el testimonio de los sentidos, -en que hemos aprendido a seguir aguzándolos, armándolos, pensándolos hasta el final. El resto es un aborto y todavía-no-ciencia: quiero decir, metafísica, teología, psicología, teoría del conocimiento. 0 ciencia formal, teoría de los signos: como la lógica, y esa lógica aplicada, la matemática. En ellas la realidad no llega a aparecer, ni siquiera como problema; y tampoco como la cuestión de qué valor tiene en general ese convencionalismo de signos que es la lógica.-

Vayamos por partes:

a) En este párrafo Nietzsche sigue concretando su crítica a los filósofos y las filosofías anteriores, tal y como ha ido haciendo en los dos párrafos anteriores. Los filósofos, ha sostenido Nietzsche, se olvidan de la vida, atentan contra los derechos de la vida, de la naturaleza… Así que se comportan como si fueran sepultureros o momificadores. Por esa razón emplea Nietzsche la palabra “egipticismo” en el primer párrafo. Los egipcios embalsamaban cuerpos, y así se creían que iban a eternizar la vida. Pero eso que encerraban en las tumbas, como si éstas fueran palacios, no era más que un cuerpo muerto; no la vida viva, sino una apariencia de vida, algo totalmente falso. Esto es lo que han ido haciendo los filósofos racionalistas, aquellos filósofos que ponen la razón y la inteligencia por encima del cuerpo, y de los sentidos que constituyen el cuerpo y que nos ponen en relación, y hasta en comunión, con otros seres, con el mundo exterior… Así han valorado la inteligencia, por encima de todo, pensadores como Platón, Descartes, Kant y muchos más.
b) Los filósofos que además han sido creyentes firmes en su religión, éstos se han olvidado doblemente de la vida. Así, para los cristianos, denunciados una y otra vez por Nietzsche en su obra filosófica, sostienen que este mundo y esta vida no es la verdadera, que la tierra no es la verdad, sino que la verdad está en otra parte, en un Reino de los Cielos, en un mundo aparte que no tiene nada que ver con éste. Aunque se parece desde luego al mundo inteligible que decía Platón, y que para Platón era el lugar verdadero donde estaban las almas, la parte más valiosa del hombre, la que era inmortal… No es raro: el cristianismo es un platonismo para el pueblo, al decir de Nietzsche…
c) Si los filósofos han sido tan “racionalistas”, tan “adoradores” de la razón, lo cual significa que se han conducido como unos creyentes cualesquiera (que no razonan sus creencias, su fe), aunque ellos sostengan que no (pero ellos han creído en la razón, ¿no?)… si la filosofía a lo largo de la historia se ha comportado (a esta manera de ser Nietzsche la denomina “idiosincrasia”) de este modo anti-natural, despreciando el cuerpo y los sentidos, pues entonces, mantiene Nietzsche, habrá que devolverle al cuerpos sus derechos, empezando por los sentidos…
d) Esta nueva evaluación positiva de los sentidos es la que hace Nietzsche en el párrafo que he reproducido arriba del texto, que es el párrafo tercero del capítulo que debemos leer, analizar y estudiar. Y Nietzsche se va directamente al extremo, hacia uno de los sentidos que parece menos humano: el olfato. Cosa de perros, de filósofos “cínicos”. Nietzsche no se dirige a la vista ni al oído, que al fin y al cabo han sido unos sentidos relativamente privilegiados y prestigiosos en la tradición intelectual: la vista es el ejemplo que pone Platón en su símil del sol para explicar el Bien, y Platón escribe que no son poca cosa ni la vista ni el sol; el oído, dentro de la historia del cristianismo, es fundamental en la institución de la confesión, esa práctica en la cual el creyente desnuda el alma para confesar sus faltas (pecados) y que Dios le haga ser de nuevo puro cuando cumpla la penitencia marcada. No. Nietzsche empieza por el olfato; del cual dice que es más fiable que un instrumento científico de precisión, como el espectroscopio. Habrá que pensar que si ese olfato es tan útil para el conocimiento, como da a entender Nietzsche, será capaz de detectar no solamente lo que huele bien, sino también lo que huele mal, la corrupción y la enfermedad.
e) Pues de eso se trata, nos comunica Nietzsche: de que la tradición filosófica apesta: no en vano se entretiene con muertos, aunque sean conceptuales. O sea: que la razón que produce conceptos, o que los descubre, la razón que produce las ciencias exactas como son la matemática y la lógica, lo que está haciendo es acabar con lo que la vida tiene de más real, que es aquello que nos manifiestan los sentidos y los cuerpos: el movimiento, el cambio, la alegría y el dolor, etc. Es decir, este mundo… no el otro que se inventan los filósofos y los sacerdotes, que para Nietzsche son lo mismo: gentes débiles, resentidas, plebeyas… 

 4

La otra idiosincrasia de los filósofos no es menos peligrosa: consiste en confundir lo último y lo primero. Ponen al comienzo, como comienzo, lo que viene al final -¡por desgracia!, ¡pues no debería siquiera venir!- los "conceptos supremos", es decir, los conceptos más generales, los más vacíos, el último humo de la realidad que se evapora. Esto es, una vez más, sólo expresión de su modo de venerar: a lo superior no le es lícito provenir de lo inferior, no le es lícito provenir de nada... Moraleja: todo lo que es de primer rango tiene que ser causa sui [causa de sí mismo]. El proceder de algo distinto es considerado como una objeción, como algo que pone en entredicho el valor. Todos los valores supremos son de primer rango, ninguno de los conceptos supremos, lo existente, lo incondicionado, lo bueno, lo verdadero, lo perfecto - ninguno de ellos puede haber devenido, por consiguiente tiene que ser causa sui. Mas ninguna de esas cosas puede ser tampoco desigual una de otra, no puede estar en contradicción consigo misma... Con esto tienen los filósofos su estupendo concepto "Dios"... Lo último, lo más tenue, lo más vacío es puesto como lo primero, como causa en sí, como ens realissimum [ente realísimo]... ¡Que la humanidad haya tenido que tomar en serio las dolencias cerebrales de unos enfermos tejedores de telarañas! - ¡Y lo ha pagado caro! ...

Recuerda la palabra "idiosincrasia". El
DRAE define esta palabra como "Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad". El individuo en este caso es el filósofo. Es decir, que a Nietzsche le parece importante la manera de ser del filósofo en relación con las ideas que ese filósofo defiende. Sin embargo, tradicionalmente la filosofía ha pretendido que lo importante son los argumentos, las explicaciones objetivas, los métodos y las pruebas científicas, y cuanto más "matemáticas" mejor...

Nietzsche sostiene que ese carácter propio de los filósofos (esa "idiosincrasia") consiste en confundirse con el orden de las cosas, consiste en poner como primero y principal lo que no lo es, lo que en verdad tendría que ser totalmente secundario y venir al final, y ni mucho menos como algo importante...

Lo que debe venir al final, si es que en realidad tienen que venir en algún momento, son, según Nietzsche, los "conceptos supremos". O sea: esas grandes palabras y conceptos que han ocupado la mente de los filósofos, los cuales las han considerado como la verdadera realidad (pretendiendo que era algo que todos debían creer, a causa de lo bien fundamentado que estaba) .
Las Ideas platónicas, por ejemplo (Belleza, justicia, Bondad, etc.). También esas ideas que Descartes descubre, como innatas o congénitas (genéticas diríamos nosotros) a la razón humana: el alma o res cogitans (yo pienso, yo soy), Dios, que es un ser perfecto o infinito (res infinita), los cuerpos materiales (res extensa).
Es verdad que Descartes se basa en el examen de su propia razón, mientras que Platón tiende a localizar como un mundo exterior a la mente, como algo que la mente tendría que descubrir tras su training matemático, o salida de la caverna. En todo caso el ejercicio de la razón es básico, por eso hay que someterla a métodos (Descartes), entrenarla a lo largo de la vida (Platón, para sus gobernantes filósofos).

También es básico el empleo y reflexión de la razón en el caso de la moral, es decir, en el caso de lo que los seres humanos consideramos que está bien o mal (con independencia de lo que digan las leyes; recuerda que a veces podemos considera que hay leyes injustas, como las que justifican la esclavitud, o la sumisión de la mujer). Es decir, que también la razón moral se ocupa de ideas (morales)...

Pues bien, lo que sostiene Nietzsche, atacando de raíz esa tradición, es la condición de esas mismas ideas, su validez. O sea: que para él no valen más que como "síntomas" del carácter del filósofo. De su carácter de persona religiosa, creyente (contradiciéndose el filósofo: porque el filósofo sostiene que su inteligencia es plena y metódicamente racional).

Si son "síntomas" es que habrá que pensar que el filósofo es un enfermo, un ser humano resentido contra la vida, esta vida y este mundo, y que por esa razón de que está resentido tiene que inventarse otro mundo y otra realidad más verdaderas, que no cambian, que no mueren, que no son "históricas".

Escribe Nietzsche:

"Todos los valores supremos son de primer rango, ninguno de los conceptos supremos, lo existente, lo incondicionado, lo bueno, lo verdadero, lo perfecto - ninguno de ellos puede haber devenido, por consiguiente tiene que ser causa sui."

Para Nietzsche son lo mismo los conceptos (de un filósofo) que los valores (las cosas que valen para ese mismo filósofo). Esto es, que los conceptos con que percibimos y explicamos la realidad (no solamente los filósofos, sino nosotros también) equivalen a evaluaciones o puntos de vista que tenemos sobre esa realidad, a la manera en que nos fijamos en unas cosa, seleccionándolas porque nos interesan, mientras que en otras no nos fijamos y las dejamos de lado.

Esto lo advierte Nietzsche, es decir, que los conceptos de los filósofos, esas grandes Ideas de verdad, perfección, bien, etc. (como las que menciona en el fragmento que acabo de citar), que culminan en la Idea de Dios (que tiene que ser "causa sui", es decir, que tiene que existir por sí misma, que no la podemos haber creado nosotros; recuerda que es lo que escribía Descartes: que nosotros no podemos haber creado la Idea de un ser perfecto, dado que nosotros somos imperfectos)... todas esas ideas que descubre o se inventa la razón no son nada más que productos (invenciones, ficciones, mentiras, etc.) de los filósofos, creaciones de los filósofos "racionalistas", que son incapaces, por su debilitada y enferma voluntad, de afirmar la realidad y la vida tal y como son, y que por eso tienen que inventarse otro mundo donde las cosas no cambien ni mueran, donde no haya historia, para consolarse y estar a la altura.

Pero todo eso son ídolos, "idolatrías", y es como creerse que la momia es la persona viviente... Esto son los filósofos según Nietzsche: tejedores de telarañas (la araña es la razón; la tela, los conceptos o ideas; la mosca cazada y muerta, la vida real, los cuerpos, los sentidos)...

5

Contrapongamos a esto, por fin, el modo tan distinto como nosotros (-digo nosotros por cortesía ... ) vemos el problema del error y de la apariencia. En otro tiempo se tomaba la modificación, el cambio, el devenir en general como prueba de apariencia, como signo de que ahí tiene que haber algo que nos induce a error. Hoy, a la inversa, en la exacta medida en que el prejuicio de la razón nos fuerza a asignar unidad, identidad, duración, sustancia, causa, coseidad, ser, nos vemos en cierto modo cogidos en el error, necesitados al error; aun cuando, basándonos en una verificación rigurosa, dentro de nosotros estemos muy seguros de que es ahí donde está el error. Ocurre con esto lo mismo que con los movimientos de una gran constelación: en éstos el error tiene como abogado permanente a nuestro ojo, allí a nuestro lenguaje. Por su génesis el lenguaje pertenece a la época de la forma más rudimentaria de psicología: penetramos en un fetichismo grosero cuando adquirimos consciencia de los presupuestos básicos de la metafísica del lenguaje, dicho con claridad: de la razón. Ese fetichismo ve en todas partes agentes y acciones: cree que la voluntad es la causa en general, cree en el "yo", cree que el yo es un ser, que el yo es una sustancia, y proyecta sobre todas las cosas la creencia en la sustancia-yo -así es como crea el concepto "cosa"... El ser es añadido con el pensamiento, es introducido subrepticiamente en todas partes como causa; del concepto "yo" es del que se sigue, como derivado, el concepto "ser"... Al comienzo está ese grande y funesto error de que la voluntad es algo que produce efectos,- de que la voluntad es una facultad... Hoy sabemos que no es más que una palabra... Mucho más tarde, en un mundo mil veces más ilustrado, llegó a la consciencia de los filósofos, para su sorpresa, la seguridad, la certeza subjetiva en el manejo de las categorías de la razón: ellos sacaron la conclusión de que esas categorías no podían proceder de la empiria, - la empiria entera, decían, está, en efecto, en contradicción con ellas. ¿De dónde proceden, pues? - Y tanto en India como en Grecia se cometió el mismo error: "nosotros tenemos que haber habitado ya alguna vez en un mundo más alto (- en lugar de en un mundo mucho más bajo: ¡lo cual habría sido la verdad! ), nosotros tenemos que haber sido divinos, ¡pues poseemos la razón!"... De hecho, hasta ahora nada ha tenido una fuerza persuasiva más ingenua que el error acerca del ser, tal como fue formulado, por ejemplo, por los eléatas: ¡ese error tiene en favor suyo, en efecto, cada palabra, cada frase que nosotros pronunciamos! -También los adversarios de los eléatas sucumbieron a la seducción de su concepto de ser: entre otros Demócrito, cuando inventó su átomo... La "razón" en el lenguaje: ¡oh, qué vieja hembra engañadora! Temo que no vamos a desembarazarnos de Dios porque continuamos creyendo en la gramática...

En este apartado, en concreto, tenemos que pensar, evidentemente, en Platón y en Descartes. Pero tenemos que saber que Nietzsche argumenta en contra (esto lo digo yo, pero tú no lo escribas en un examen: los filósofos no son abogados que se pelean... porque a veces son peores) de Platón y Descartes, a causa de que éstos son filósofos que se basan en la razón; es decir, en la creencia en la razón...

Y, ¿en qué consiste o en qué se basa la razón -se pregunta Nietzsche, y se responde él mismo en el texto, en este fragmento?

La razón, según Nietzsche la razón es un prejuicio y se constituye a base de prejuicios.

Justo lo contrario de la tesis de Descartes, que sostenía que la razón inspirada en un método era capaz de deshacerse de los prejuicios, creencias infundadas que proceden de la experiencia nuestra, de nuestro aprendizaje, las enseñanzas contradictorias de los maestros, etc.

Pues no, para Nietzsche existe un "prejuicio de la razón", como una especie de adoración religiosa y supersticiosa de la "diosa" razón, como si ésta fuera lo más alto o nos pusiera en contacto con lo más alto y supremo, a través de los conceptos que crea. Como si creyéramos que la razón nos pone en contacto con lo más alto, con lo supremo: las Ideas en Platón, o Dios en Descartes y en muchos otros filósofos, cristianos o no.

Pues no: la razón no nos ponen en contacto con lo superior, con un mundo inteligible y más perfecto que éste, sino que la razón, la inteligencia, se basa en lo más grosero (lo más grueso, lo más basto o rudimentario) que existe, en el lenguaje.

Más que el lenguaje sea grosero, se trata de que creerse el lenguaje, aquello que hablamos o escribimos, sí que constituye una simpleza, una ingenuidad. "Fetichismo" (creencia en fetiches, en ídolos, es el término que emplea Nietzsche).

Es como si pensáramos que todo aquello que decimos con nuestras oraciones simples se corresponde exactamente, punto por punto, con lo que sucede en el mundo realmente... Parece cosa de niños. Para Nietzsche los filósofos son justamente esos niños crédulos...
“El problema del error y de la apariencia”.

¿Qué significa esta expresión de Nietzsche al comienzo del apartado?

No debemos tener dudas al respecto. Se trata de la cuestión que importaba a Descartes y a Platón, en el campo de la teoría, del conocimiento filosófico y científico, y que cada uno pretendía solventar a su modo.

Descartes, en la filosofía moderna, fijándose en el proceder de las matemáticas, de la geometría y el álgebra, para ver si en su manera de deducir, en el riguroso modelo de explicación y conocimiento que nos proporcionan estas ciencias exactas, las matemáticas, se halla un camino o método que puedan valer al espíritu humano (razón, mente, inteligencia, etc.) en el ámbito de la filosofía en general.

Platón, en la filosofía antigua, en Grecia, el lugar de nacimiento de la filosofía, del logos o razón que quiere comprender todas las cosas, el mundo de ahí fuera, de la naturaleza, el cosmos, pero también el mundo de dentro, el de los seres humanos y sus relaciones, su conciencia moral (su corazón, podríamos decir; su “demonio” interior, dice Sócrates).

También Platón, él más que nadie, y por eso Nietzsche ataca justamente la filosofía de Platón: porque es la fundadora, la original, la que proporciona los conceptos que luego van a repetir o con los que van a jugar los demás filósofos, sean más racionalistas o se fijen más en la experiencia de los sentidos (empiristas). Esto es, que Nietzsche considera su obligación de filósofo (aunque él pretende ser un psicólogo o como un médico que diagnostica los males del alma y del cuerpo, de la vida en general, de donde los filósofos se han inventado su conceptos), considera su obligación, digo, ir a la fuente, al lugar original de los errores en las ideas de los filósofos. O sea: Platón (aunque también Sócrates, el maestro amado por Platón).
El primer error está en diferenciar (Platón) una “apariencia” (de los sentidos: el mundo visible, el mundo de la izquierda de la línea, el mundo del interior de la caverna), por un lado, y una “realidad”, por otro. Una “realidad” conocida a través de la razón, de las matemáticas primero y de la filosofía dialéctica finalmente, como se nos dice en el símil de la línea (o sea, el significado de la parte de la derecha), una “realidad” que es la que conoce finalmente el prisionero liberado de las sombras, las ignorancias y las injusticias de la caverna, que sale a la luz del mundo y finalmente ve el sol (quiero decir, el Bien).

No es poca cosa lo que el filósofo conoce al conocer el Bien y el resto de las Ideas que de él proceden y por él se explican (de la misma manera que del sol proceden las cosas naturales y a causa del mismo sol las vemos, según su símil del sol)… No es poca cosa, porque ese conocimiento exhaustivo, pormenorizado, intelectual, de la verdadera realidad, de esa trama o mundo inteligible que conforman las Ideas, es de la mayor utilidad: permite al filósofo que se ha ido formado, educando, instruyendo en ese saber, trasladar a la ciudad, a la política, a la sociedad de los seres humanos, todo ese conocimiento del Bien y de los justo que ha ganado teóricamente. De manera que en la práctica ese bien y justicia se convierten en virtudes concretas de todos y cada uno de los componentes del estado ideal platónico, de su utopía soñada: trabajadores moderados, que no se dejan llevar por sus deseos sensuales, militares valerosos, guardando el orden de la ciudad prescrito por los sabios y prudentes gobernantes de esta ciudad ideal…

Piensa que esa misma exactitud que Platón quiere para su ciudad perfecta (da igual que nosotros, ciudadanos de democracias parlamentarias avanzados, conozcamos por experiencia histórica que las ciudades perfectas no lo son), es la que Descartes quiere para edificar de nueva planta la ciencia, y que él también ordena la sabiduría, buscando armonizar sus partes.
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Se me estará agradecido si condenso un conocimiento tan esencial, tan nuevo, en cuatro tesis: así facilito la comprensión, así provoco la contradicción.

Primera tesis. Las razones por las que "este" mundo ha sido calificado de aparente fundamentan, antes bien, su realidad, -otra especie distinta de realidad es absolutamente indemostrable.

Segunda tesis. Los signos distintivos que han sido asignados al "ser verdadero" de las cosas son los signos distintivos del no-ser, de la nada, -a base de ponerlo en contradicción con el mundo real es como se ha construido el "mundo verdadero": un mundo aparente de hecho, en cuanto es meramente una ilusión óptico-moral.

Tercera tesis. Inventar fábulas acerca de "otro" mundo distinto de éste no tiene sentido, presuponiendo que no domine en nosotros un instinto de calumnia, de empequeñecimiento, de recelo frente a la vida: en este último caso tomamos venganza de la vida con la fantasmagoría de "otra" vida distinta de ésta, "mejor" que ésta.

Cuarta tesis. Dividir el mundo en un mundo "verdadero" y en un mundo "aparente", ya sea al modo del cristianismo, ya sea al modo de Kant (en última instancia, un cristiano alevoso), es únicamente una sugestión de la décadence, -un síntoma de vida descendente... El hecho de que el artista estime más la apariencia que la realidad no constituye una objeción contra esta tesis. Pues "la apariencia" significa aquí la realidad una vez más, sólo que seleccionada, reforzada, corregida... El artista trágico no es un pesimista, -dice precisamente sí incluso a todo lo problemático y terrible, es dionisíaco...


“Un conocimiento tan esencial”, empieza escribiendo Nietzsche en este apartado final que recapitula todo lo que ha ido sosteniendo anteriormente. Ese conocimiento tan esencial consiste en la denuncia de todas las ideas y valores que la filosofía anterior ha ido poniendo como fundamentales.

Considera Nietzsche que estos valores e ideas de la filosofía pasada implican una anulación de la realidad, la negación de la vida. Del cambio, de la historia. Esto lo denomina Nietzsche NIHILISMO (del latín “nihil” = nada), porque es la conversión de la vida, de la fuerza, de la alegría, en nada.

Los filósofos y sacerdotes han sido los que se han encargado de romper o anular la vida, inventándose conceptos de un mundo que ellos sostienen que es más verdadero que este mundo sensible (“de la caverna”, diría Platón, que es el gran denunciado por las críticas de Nietzsche, pero no el único).

Quien niega esta vida de carne y hueso, de alegría y de dolor (pues Nietzsche no está sosteniendo algo tan ingenuo como que la vida sea una sucesión optimista de fenómenos positivos), esta realidad en perpetuo cambio, que solamente a través de los ojos podemos conocer (a través de los ojos, a través de los sentidos en general; recordemos el aprecio que le tiene Nietzsche a la nariz, por la capacidad de ésta de detectar los malos olores que vienen de los conceptos muertos de los filósofos)… quien niega todo esto es que vive en sí una vida enferma, que no le satisface y que por eso tiene que inventarse otras vidas y mundos más verdaderas, un mundo imaginario de almas aparte del cuerpo y de ideas aparte de las cosas materiales (como en Platón, pero también como el cristianismo, pues Nietzsche sostiene que el cristianismo es “platonismo para el pueblo”, una filosofía ajustada a cabezas poco sutiles).

Se trata, el filósofo o el religioso, de personas debilitadas, decadentes, que han olvidado lo fundamental de la realidad, que ésta es VOLUNTAD DE PODER.

O sea, que la realidad consiste en una tendencia constante a la superación, a ir más allá, más allá pero no fuera del mundo, sino en éste… A esta vida, a esta “voluntad de poder” hay que afirmarla, hay que decirle sí a todo, querer que todo volviera a repetirse de nuevo.

Es la idea del ETERNO RETORNO, que Nietzsche defiende como una de sus doctrinas fundamentales, y que es lo que correspondería a seres que fueran capaces de ir más allá de las ideas de los filósofos y de las religiones. El “eterno retorno” representa, por lo tanto, el ideal ético del SUPERHOMBRE, no del hombre decadente. Ahí está el sentido aristocrático de Nietzsche, no en que sea un antecedente de Hitler…

Por eso, porque no hay más que este mundo, es por lo que Nietzsche argumenta que no existe un “mundo aparente” (éste, el material, el de los sentidos, el del cambio, etc.), enfrentado a un “mundo verdadero” (el de las ideas, el de los filósofos) que se conoce con la inteligencia.

No. Este mundo de la inteligencia, inteligible, conceptual, ideal, etc. no existe, no es nada más que una ficción, una invención que se basa en una creencia (cosa de religiosos) en el lenguaje, en que las palabras son la realidad.

(Tan ingenuo como si nos creemos que el sujeto de una oración y el nombre que hay como núcleo del sujeto se corresponde con exactitud a una realidad, a una sustancia… Pues no, esto sería ingenuo, puesto que sabemos que la realidad es científicamente algo más complejo; que hay átomos y todo eso.)

Las palabras son metáforas para Nietzsche, no son etiquetas exactas, científicas, matemáticas, sino aproximaciones que nos sirven, que sirven a la vida. Y según sea la vida, esas palabras darán lugar a unos conceptos o a otros… En el caso de una vida decadente, de una forma vital que niega la vida, los conceptos son esos de los filósofos, un conjunto de ideas que esos mismos filósofos sostienen que son el mundo verdadero (Bien, Belleza, Justicia, Dios, etc.).

Para nada… Para Nietzsche son “ídolos” cuyo “crepúsculo” (no el de la mañana, sino el de la tarde, el del ocaso) ha llegado.

HISTORIA DE LA FILOSOFIA 2º BACH, EXAMEN DE Nietzsche

Fragmento del texto de Nietzsche (de uno de los apartados, cuyo número NO pondré)

1º Vocabulario ( cuatro o cinco líneas cada una; 1 puntos en total))

2º 
a) Explicación del fragmento (2 pts)
b) Síntesis y explicación de la filosofía de Nietzsche (3 pts)
3º Contexto histórico-cultural/filosófico (El que toque; dos puntos; una cara de folio)
4º Relación con otro autor (Dos puntos; en torno a un folio)

13 abril 2015

Atrévete (FILOSOFÍA 1º BACH)

Échele la culpa al cerebro (En Materia, el suplemento científico del diario El País)

FILOSOFÍA 1º BACH

Texto de J. Mª Bermúdez de Castro, paleontólogo, de La evolución del talento (pág. 180 y ss.).

Cuestiones:
1. Diferencia entre la jerarquización social de Pan troglodytes y Pan paniscus.
2. Cómo se origina la jerarquía?
3. La función y origen de la jerarquía social, ¿es la misma entre especies?
4. Función y límites del control del macho alfa.
5. Por qué se dice que la biología social del ser humano representa un grado mayor de sofisticación de un comportamiento ancestral?
6. Qué relación existe entre la política del chimpancé y el funcionamiento de los partidos políticos actuales? (A tenor de lo que escribe el autor.)
7. Diferencia entre estructura social por castas y estructura social por clases. Busca ejemplos históricos y/o geográficos. (Internet o papel)
8. Razona la utilidad de la jerarquía en la profesión militar y en la médica.
 Continuará...

10 abril 2015

FILOSOFÍA 1º BACH, 3ª EVAL

Trabajos de exposición de autores del tema 12:
-Locke + Montesquieu
-Rousseau
-Kant
-Tocqueville
-Stuart Mill
-Max Weber
Por grupos de cuatro componentes. Cada grupo lo hará del autor/es que le toque. La exposición, del modo que sea, durará entre quince y veinte minutos, y NO consistirá en una lectura.

07 abril 2015

Atrévete (FILOSOFÍA 1º BACH)

Un texto del Biólogo F. J. Ayala, en Materia, el suplemento científico del diario El País:
Evolución para David

06 abril 2015

FILOSOFÍA, 1º BACH, TEMA 12, EL ESTADO DEMOCRÁTICO...

Resumen de los siguientes apartados:
1.1.  Sociedad y comunidad política--- p. 226
1.2. Inicios del estado moderno--- p. 227
2.1. Democracia en la Grecia antigua --- p. 228
2.2. Componentes esenciales de la democracia moderna --- p. 229
(En el examen se sortean dos de estas)
Aparte, para el examen se eligen dos de los autores entre los apartados 4.1  y 4.7, inclusive.
El resumen por grupos se hace de todos los apartados citados.

Las actividades del libro NO se hacen. Daré fotocopias de textos de prensa y/o libros, con las cuestiones correspondientes.

Por grupos de 4 o 5 se expondrá uno de los autores, en la manera que se considere oportuna por los expositores, valorándose el contenido del trabajo y, no menos, la actuación.