30 junio 2010

FILOSOFIA 1º BACH, RECUPERACION DE SEPTIEMBRE

Recuerdo a mis alumnos la conveniencia de consultarme (a través del blog o en el IES) las dudas que tengan sobre las actividades del t. 8, 9 y 10. Recuerdo también que los enunciados se copian (la primera frase si son muy largos), y que las respuestas deben ser de 5-10 líneas.

14 junio 2010

HISTORIA DE LA FILOSOFIA, CONTEXTO DE NIETZSCHE

Nietzsche es uno de los pensadores de la sospecha, junto con Marx y Freud. Esto es: que pertenece a una historia, siglo XIX, en que se había hecho imposible seguir confiando en la razón y en la libertad, con la misma fe que se había mantenido en el siglo anterior, el XVIII, el siglo de la Ilustración.

Diversos hechos históricos, sociales y culturales habían hecho pensar (a finales del siglo XVIII) que la humanidad había entrado en una fase de progreso aparentemente sin fin. La revolución francesa había acabado con el absolutismo político y de paso con el papel de la religión en la política. La independencia de EE UU había hecho creer que la idea de un contrato social de Locke y otros autores era posible: que los hombres, como ciudadanos libres, podían darse leyes para gobernarse ellos mismos. La Física de Newton había dado la posibilidad de pensar que ningún secreto de la naturaleza podía esconderse a la inteligencia humana. La revolución industrial, la era de las máquinas, había creado el espejismo de un crecimiento sin fin de la riqueza, tal y como quería la nueva ciencia económica. (Quizás no se había entrado en una era definitivamente ilustrada, pero sí de ilustración, escribía Kant.)

Pues bien, todo este optimismo sobre la ciencia, la política, la evolución social y económica, etc., demostró ser un espejismo, una falsedad criminal en algunos casos. La industria producía riqueza, sí, pero al precio de la esclavitud de niños y mujeres, de una masa de seres que había tenido que dejar el campo para malvivir en ciudades insanas. El surgimiento de los sindicatos, de las diferentes corrientes socialistas, como el socialismo de Marx que iba a inspirar las revoluciones comunistas en el siglo XX, corresponden a esta realidad, son la reacción frente a ella. Marx sostiene que la era del capitalismo, de la burguesía industrial, del liberalismo político, caerá presa de sus propias contradicciones, dando paso a un sistema social diferente: comunismo, ausencia de propiedad privada, superación del estado de “alienación”.

En cuanto a la creencia en el progreso científico, en la razón, en la libertad, etc. el movimiento romántico supo desde el principio mostrar su desconfianza. El sentimiento, la fe, lo espiritual, las tradiciones y la vida eran valoradas de nuevo por encima de las ciencias y lo puramente material.

Si queremos podemos situar a Nietzsche dentro de esta tradición romántica que es capaz de enfrentarse al optimismo de la Ilustración. Aunque también se puede considerar que Nietzsche era un ilustrado que le daba una vuelta de tuerca de más a la Ilustración, como si ésta hubiera sido insuficiente. En efecto, podrá decir Nietzsche: los modernos y los ilustrados han dejado de creer “según la religión”, pero para pasar a creer “según la razón”. Pero “Dios ha muerto”: significa no que la religión haya desaparecido, sino que la filosofía entera, los sistemas de ideas, la razón, etc. han terminado mostrando su sinsentido.

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA, CONTESTACIONES Y DEUDAS

A Filosof:

Hay que decirme cuál es el email...

En cuanto a lo que me mandas: las "ideas" de los filósofos no son "idiosincrasias". Las "ideas" escribe N. que son "ídolos". "Idiosincrasia" significa el modo de ser propio de alguien, su carácter.

Los filósofos no muestran "antinaturalidad". En todo caso puedes escribir que su filosofía es "antinaturaleza" o "contranaturaleza"...

Os empeñáis en memorizar las cuatro tesis. No juguéis con fuego. Lo importante es saberse Nietzsche, en líneas generales y lo que escribe en el texto. Repito: el texto es una crítica de los conceptos de los filósofos, conceptos que les vienen a los filósfos de su creencia en el lenguaje. Etc.

A nicolaebaltatescu: Lo prometido es deuda. En quince minutos está. Mi mala cabeza...

13 junio 2010

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA, 2º BACHILLERATO, ACTUALIDAD

A ver si sirve a la hora de escribir sobre la “actualidad del tema”. Siempre que el tema sea “el conocimiento”. Si hablamos de que el texto que os ponen es de política, habría que modificar algo la redacción, pero casi nada. Además, lo que yo escribo es mejor para los racionalistas: Platón, Descartes, incluso Ortega. Quédate con lo que te cuadre en tu “relación” del tema del filósofo con otro:

Mirad, si queréis, esta entrada del 16 de mayo de 2008. Lo que pongo a continuación es un fragmento, algo modificado.

¿Cuál es la actualidad?:

Yo la vería en lo siguiente:

a) la necesidad que tienen las personas de saber, de conocer cada vez más. En este punto es irrenunciable mencionar la situación histórica creada por la era de la información, por Internet. Que es ambivalente y lo mismo puede ser para bien que para mal: lo mismo pueden ser beneficiosos sus efectos que lo contrario.

Porque se trata de saber lo que se hace con la información de Internet: i. e., que para sacar provecho de la red, para hacernos más ilustrados y más libres, se precisa que ya lo seamos. y esto es una paradoja, un círculo lógico. Pero es la verdad! Para acercarte al saber de Internet, a todas las informaciones, ya tienes que saber algo al respecto; igual que cuando te acercas a un libro ya tienes que saber algo de lo que va, o si no se hace incomprensible.

b) Observamos en nuestro complejo mundo del siglo XXI (en sus inicios) la resurrección de las creencias religiosas, que muchas veces pueden poner en peligro las conquistas de la ciencia, de la razón y de la libertad. Pensemos en los fundamentalismos de todo tipo, en las guerras, en los actos terroristas y en las réplicas que se producen...

c) Por último: sabemos que “saber es poder”. Esta percepción está ya en Platón: el gobernante es quien puede gobernar porque sabe gobernar, porque ha adquirido la técnica para ello. Aunque esta técnica sea filosófica: la Dialéctica, el conocimiento del bien. Entonces, ¿cómo evitar que se controle ese poder para fines indebidos?, ¿cómo emplearlo para enfrentar los retos de los absolutismos religiosos, económicos. Tampoco Nietzsche está pensando en algo muy diferente: denuncia la filosofía porque los conceptos racionales han sido el saber y el poder… de los débiles, los enfermos. Su religión y su consuelo.

12 junio 2010

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA, 2º BACHILLERATO, SELECTIVIDAD

Os contesto esta tarde o mañana por la mañana. Estudiad y tranquilidad, que no pasa nada.

06 junio 2010

HISTORIA DE LA FILOSOFIA, 2º BACH, ORTEGA, CONTEXTO

Antes que nada: si encuentras otro contexto que te gusta más, pues vale. Me lo enseñas. Otra cosa: los resúmenes que me dejásteis los he corregido, pero no he tenido ocasión de escanearlos. No están mal. Aunque algo les falta para que estén bien (para que a mí me convenzan). Haced por verme mañana un momento en el IES, aunque esté en clase. Estudiad.

Ortega, Contexto

La filosofía de Ortega se enmarca en el periodo conocido como “La edad de plata” de la cultura española. Un periodo histórico brillante que conoció tres generaciones: la del 98, la del 14 y la del 27. La paradoja es que una época de tal esplendor en la literatura, en el pensamiento y en las artes fue, en cuanto a la sociedad y la historia, de un carácter dramático. Empezó con la pérdida de las últimas colonias españolas, en guerra contra EE UU, y acabó con esa inmensa tragedia que fue la Guerra civil española (1936-1939), después del breve tiempo, cinco años, de la II República española (1931-1936), con las promesas de renovación y cambio que trajo. Aparte de eso, de las guerras en el exterior y en el interior, la vida política y social española fue sumamente convulsa, ajetreada, desquiciada.

Un régimen sustancialmente corrupto como fue el de la Restauración borbónica a finales del siglo XIX, fue incapaz de dar solución a los enormes problemas nacionales: una economía que difícilmente se modernizaba, con una burguesía poco representativa en comparación con la de otros países europeos, una agricultura improductiva por anticuada, con todo lo que esto implicaba de conflictos sociales por parte de los trabajadores industriales y campesinos pobres. Una sociedad polarizada, en suma, a la que, volvemos a decirlo, los partidos eran incapaces de ofrecer salidas. Una polarización similar se notaba en el campo cultural: existían unas élites literarias, artística, incluso científicas que se habían abierto a las influencias de los países más desarrollados (Francia, Alemania, etc.) Frente a esas élites, frente a esas minorías se encontraba la inmensa mayoría de la población en condiciones de analfabetismo. Además estaba la presencia de una Iglesia y un ejército anticuados pero con gran presencia e influencia social.

Ortega, el pensador más importante de esta Edad de Plata de la cultura española, fue un testigo de la situación y participante muy activo en la idea de hallar una solución a las dificultades (recordemos: “yo soy yo y mis circunstancias”). Desde el principio la buscó en Europa, en la Europa de la razón y de la ciencia, de la que España se había ido alejando con el tiempo, a lo largo de los siglos. Ortega confiaba en que, mediante una educación y enseñanzas basadas en lo mejor de la cultura europea, científica y racionalista, podría superarse el estado secular de decadencia en España. Podrían así formarse unas minorías gobernantes (al estilo de los sabios platónicos) capaces de conducir la vida histórica española, de “vertebrar” España.

Lo que ocurre es que Europa, en aquellos mismos años, estaba muy lejos de atravesar una etapa pacífica: entre la Primera guerra Mundial y la Segunda, en los 25 años que van desde 1914 a 1939 (coincidiendo esta última fecha con el final de la guerra civil española), Europa vio surgir su propio conflicto civil entre los extremismos políticos: el comunismo de la Revolución rusa, por una parte; los regímenes fascistas de Italia y Alemania, enfrente. Este escenario europeo influyó de tal manera en la vida española que se ha podido decir que la guerra civil española fue como un ensayo de la Segunda Guerra mundial entre las potencias fascistas y el resto.

Ortega afrontó intelectualmente su época, todos estos problemas: solicitó el papel de las élites sociales y culturales a fin de terminar con lo que entendía era una “rebelión de las masas”, participó en España en el apoyo a la II República española de 1931, aunque se desencantó pronto.

El libro El tema de nuestro tiempo se ocupa justamente de algo que quizás no sea lo más visible, pero sí lo fundamental para un filósofo: cuál es el papel de la razón, y cuál el de la vida en la ciencia y en la cultura humanas. Lo fundamental: porque si algo caracterizaba al tiempo histórico en el que se desarrolló la madurez de Ortega fue la presencia de las filosofías e ideologías irracionalistas en la sociedad y en la política. Tanto en la izquierda como en la derecha. Lo cual era un reto que un pensador sustancialmente liberal como era Ortega no podía dejar de lado, sin intentar comprenderlo, para idear vías de salida. La salida, filosóficamente hablando, consistía para Ortega en encontrar un concepto de razón y de conocimiento que no fueran tan absolutos y puros como habían pretendido serlo (en Descartes, por ejemplo). La inteligencia forma parte de la realidad, consistía en y proporcionaba perspectivas diferentes de la realidad. Como la realidad y la vida humana consisten, básicamente en la historia, se comprende que Ortega defendiera la necesidad de una razón histórica. Es decir, no una razón matemática, de exactitudes, sino una razón viviente, vital.