03 mayo 2009

FILOSOFÍA 2º BACH CT/HUM, SOBRE MARÍA ZAMBRANO

"PENSAMIENTO Y POESÍA"

El título del texto ya es significativo de lo que quiere decir Mª Zambrano:

El "pensamiento" se refiere a:

-filosofía
-ciencia
-matemáticas
-cálculo
-conceptos
-razón
-etc.

(Mi enumeración no pretende ser completa, sino sólo una muestra de lo que debemos entender cuando Mª Z. utiliza la palabra "pensamiento".)

La "poesía" es, por otra parte:

-emoción, sentimiento, afecto, etc.
-literatura, arte
-metáforas
-una actitud religiosa frente al mundo
-valoración de la experiencia
-por lo tanto: empleo de metáforas en vez de puros conceptos de la razón
-un lenguaje que viene de la vida y que sirve a la vida-etc.

(La enumeración tampoco pretende ser completa, evidentemente. Se trata de que se observen las diferencias entre lo que es"PENSAMIENTO" y lo que es "POESÍA".)

Casi en el mismo principio del texto Mª Z. desea establecer una relación de complementariedad entre la filosofía y la poesía, entre la vida y la razón. Como decía su maestro Ortega, pero sustituyendo Mª Z. el concepto de vida de éste por el de poesía (del griego “poiesis” = creación en general, no solamente la literatura).

Se busca un complementario cuando se carece de algo: en efecto, ni la sola filosofía ni la sola poesía se bastan por sí solas para que los seres humanos puedan entenderse a sí mismos y puedan comprender el mundo.

Los seres humanos deben emplear estas dos formas de entender y hablar acerca del mundo: de los seres, de las cosas, de sus afectos, sus alegrías y sus dolores...

¿Qué fue primero, la poesía o la filosofía?

Se supone que primero los seres humanos hicieron poesía (mitos religiosos, epopeyas, etc.) y después vino en la historia de la humanidad el pensamiento racional, el logos. Esto sucedió entre los griegos, los inventores de la filosofía, de la explicación “naturalista” o científica del mundo.

Esto es, que el cosmos tiene que entenderse en sus propias claves físicas, sin que sea menester acudir a la intervención sobrenatural de dioses o de héroes.

Pues bien, Mª Z. señala que es ya en Platón donde se ve cómo la filosofía renuncia al "pensamiento poético" de los mitos y las leyendas (fundamentalmente Homero, aunque no sólo).

Platón renuncia a los mitos poéticos porque piensa que los mitos enseñan cosas inmorales acerca de los dioses, y Platón pretende un conocimiento de las cosas buenas (del Bien, la Justicia y la Belleza) que le sirva para decir cómo se tienen que educar los filósofos gobernantes.

O sea, que el conocimiento filosófico debe de tener un carácter moral que se tiene que “traspasar” al proceso educativo del gobernante, por así decirlo.

Platón muestra, EJEMPLIFICA, estos temas, por ejemplo, en su "mito de la caverna", al narrar la extraña historia de los prisioneros que están condenados observando las sombras...

Platón se refiere con esto a la condición de ignorantes e injustos de todos los seres humanos, y que, como están acostumbrados a eso, es muy difícil sacarlos de ese estado: hasta el punto de que habría que ilustrarlos a la fuerza, arrastrándolos hacia la salida, hacia el sol-Bien.

Mª Z. efectúa una interpretación del "mito de la caverna" en dirección contraria a la de Platón, si se puede decir esto. Y se puede decir porque la vida humana no es, para la filósofa malagueña, esa exhibición de claridad, de verdades y evidencias, que han querido que fuera todos los filósofos racionalistas, empezando por Platón y siguiendo por Descartes, como hemos visto.

La naturaleza humana tiene mucho de sombra, de enigma y de incomprensible. Esto lo pretende rebasar Platón, sustituyéndolo por el conocimiento de las Ideas. Lo que sucede, sostendrá María Zambrano, es que de esa forma Platón ha acabado con el fondo sagrado, religioso, poético de la existencia humana.

¿Qué ha pasado con Platón?

Mª Z. sostiene que la filosofía ha renunciado a la admiración, al asombro maravillado ante la naturaleza y los seres, que es el sentimiento que está en la base de la inteligencia humana, se ocupe ésta de las matemáticas o del arte, de la ciencia natural o de la literatura, etc.

La filosofía de Platón ha sustituido las metáforas del lenguaje poético por los conceptos precisos de la "dialéctica", por el saber del final del "símil de la línea", aquel que se alcanza después de pasar por el “pensamiento discursivo” de los matemáticos.

Es por esa razón por lo que Mª Z. dice que la filosofía es una "violencia" hecha hacia las cosas reales, experimentadas, vividas: no hay un respeto ni adoración ni amor ni veneración de las cosas, sino que se instrumentalizan" las cosas, se usan, se hacen cálculos con ellas. Las ponemos a nuestro servicio, sin dejarlas ser lo que son.

Debemos pensar que igual que se instrumentalizan las cosas naturales, se instrumentalizan los seres humanos... con lo cual se quebrantaría la dignidad de las personas, que deben ser vistas como fines de los seres humanos en sus actuaciones, y no como medio para otra cosa, como sostiene Kant (segunda formulación del imperativo categórico).

Sin embargo, aún quedaron personas que se siguieron admirando de las cosas, que no quieren dominarlas o hacerles violencia a través de los conceptos: esto último es lo que hacen los filósofos.

Se trata de los poetas, que se podría decir que han renunciado a seguir el método dialéctico de Platón: que consiste en salir de la caverna, en ir de ideas en ideas, a través de ideas… hasta llegar a ideas.

Los poetas renuncian también a seguir el método de la filosofía moderna, el de Descartes, que a partir del pensamiento y de la duda lleva a la existencia (pienso luego existo). Es decir, que a partir de las matemáticas conduce al control científico de toda la naturaleza y la sociedad.

Recordemos que el método de Descartes, que comienza por dudar de todo (duda metódica), para quedarse solamente con el conocimiento evidente e indudable, claro y distinto, le sirve a Descartes para edificar el saber científico de nueva planta. Es decir, no solamente la metafísica o filosofía primera, sino que también la física, que sería para Descartes el conocimiento científico que se corresponde con los cuerpos (res extensa).

Vamos a repetirlo:

Se trata -para el poeta y para Mª Zambrano- de respetar la verdad de las cosas, de dejarlas ser y mostrarlas como son: la razón poética que defiende Mª Zambrano es una razón más respetuosa con las cosas.

En esto, la filósofa malagueña sigue a su maestro Ortega, que defiende la integración (suma, complementariedad) de la vida y de lo que se conoce como "razón pura" (matemática, científica, lógica... )

Para todo ello el poeta tiene que servirse de la admiración maravillada ante las cosas, la admiración que ha traicionado el filósofo, dejándola de lado, pero también debe servirse de su imaginación, de lo que sueña de día y de lo que sueña de noche; también de los mitos, y no solamente de las matemáticas.

Pero queremos tener también claridad acerca de las cosas del poeta.

¿Será esto posible, lo de tener claridad acerca de los enigmas con los que tratan los poetas, los creadores de mitos y de sueños?

Parece, al principio, difícil, porque mientras que los filósofos buscan las unidades de los grandes conceptos (Ideas, Dios, Ser, Causa, Razón, Modo de producción, etc.), los poetas muestran la tendencia a quedarse en la superficie de las cosas, en su apariencia contradictoria, múltiple, heterogénea.

Es decir, que una poesía contiene todo lo contrario que una obra filosófica, y nos resulta difícil poner de acuerdo esos dos tipos de discursos -la poesía y la filosofía- tan diferentes entre sí. Porque el filósofo, el científico, el matemático y el ingeniero tienen claro lo que desean hacer con las cosas: reducirlas a unidad, controlarlas, para poder aprovecharse de ellas e instrumentalizarlas mejor.

El poeta hace justamente lo contrario: ama a las cosas, pero a todas y cada una de las cosas, y no se siente capaz de imponerles a esas cosas la violencia de las ideas o de su inteligencia: las quiere tal y como se manifiestan.

En todo esto el poeta está diciéndole sí a la vida, como se lo decía Ortega. Recordemos que para Ortega la vida humana es historia, que la vida está hecha de tiempo; y que la razón debe ser también histórica para comprender rectamente la forma de ser de la vida humana. Pero ni Platón ni los cristianos le decían sí a la vida: el primero buscando imponer la Idea objetiva del bien a la realidad y a la sociedad justa; los segundos intentando llegar a Dios, en esta vida o en la otra.

Entonces, si el filósofo busca claridad y unidad, ¿qué es lo que busca el poeta? ¿La oscuridad y la dispersión?

No, en absoluto. Si eso fuera lo que buscan los poetas, no podríamos entenderlos, y en general comprendemos sus poemas bastante bien, y aquello de lo que hablan: amor, alegría y tristeza, vida, muerte...

El poeta busca también conceptos (unidades, nombres comunes), pero que respeten las cosas: al nombrar las realidades, el poeta nos expresa un sentir común, y ahí está su concepto y su idea, para que podamos entenderlo, a él y a su poema.

Pero dice Mª Zambrano que esa unidad que expresa el poeta es incompleta, modesta, precaria, humilde. La razón poética, las palabras poéticas, manifiestan una actitud religiosa, reverencial, ante la realidad, no una actitud técnica y científica que quiere violentarlas, manipularlas, servirse de ellas.

El poeta aspira a decir o expresar las cosas que son, la afirmación de la vida, pero tampoco puede desdeñar las cosas que no son, las realidades negativas, la angustia y la muerte. Es decir, la realidad de los poetas es más que la realidad de la filosofía y de los científicos, porque comprende la cara y la cruz de la realidad del mundo y de la realidad humana...

Todo eso cabe en el peculiar sistema de conceptos que maneja el poeta: las metáforas.

***

No debemos sorprendernos de que la crítica de María Zambrano, a las ideas de la filosofía racionalista, se parezca a la de Nietzsche, ni que sea por motivos parecidos... Ya lo aclararemos.

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