23 marzo 2014

Historia de la filosofía, 2do de Bach, Marx ( continuación del comentario)

Infraestructura y superestructura
La propiedad privada y el sistema económico que expresa, el capitalismo,  es la vida real del hombre en su forma material y sensible. La enajenación de la vida humana corresponde a esta situación económica. Marx utiliza los términos infraestructura y superestructura para explicar la relación que hay entre la base económica de una sociedad, su infraestructura material de fuerzas productivas y relaciones de producción, por un lado, y la superestructura ideológica, política, cultural, etc., por otra. La religión, la familia, la política estatal, el derecho, la moral, el arte y las ciencias reflejan en cierto modo el modo de producción económico de una sociedad.
En relación con lo anterior, hay que decir que Marx señala que la conciencia y la razón del ser humano, aquello en lo que tradicionalmente la religión y la filosofía han cifrado la realidad del ser humano (animal racional, homo sapiens), están socialmente mediadas. Es decir, la conciencia y la realidad individual de una persona en concreto deben explicarse atendiendo a la realidad social del ser humano, al hecho de que los seres humanos entran en relación unos con otros, en el trabajo y en la comunidad. La historia va registrando los diversos modos de estas sociedades humanas. Así, el sistema filosófico de Marx es un materialismo histórico: porque la base económica, material, la infraestructura va determinando las diversas formas sociales en la historia y la realidad de los individuos concretos en ellas. Y por supuesto, la cultura, la política, las ideas o ideologías: la superestructura.
La utopía marxista
La evolución social, el desarrollo de los conflictos sociales que sumando contradicciones hacen estallar las infraestructuras económicas, o sea las bases materiales de una sociedad de clases ( como es el capitalismo con su separación radical entre la burguesía propietaria y el proletariado trabajador).   Ello supone, ya está dicho, la superación de la propiedad privada, la desaparición de un régimen económico y de vida que aliena a las personas y su actividad, despojándolas de sus mejores cualidades y entregándoles a cambios ilusiones falsas. Entre esas ilusiones está la ideología religiosa, una droga, un opio que adormece a los individuos y les consuela. On otra vida para resarcirles de las explotaciones del presenté. Aunque para Marx también la filosofía era una ideología que contribuía a justificar el sistema social y económico que existía. Por supuesto que la economía clásica también era un instrumento de justificación del capitalismo de la revolución industrial, el principal. En relación con esto, Marx señaló que la filosofía se había limitado a interpretar el mundo, a ser una mera teoría o mirada conceptual sobre el mundo, y que había llegado el momento de transformarlo. Había que volver la filosofía cabeza abajo, asentar las ideas en las bases materiales que las condicionan. No es la conciencia la que determina la realidad social, sino que ocurre al contrario: es la realidad social la que determina, la que explica la conciencia y sus ideas.
Esto es, hay una intención liberadora, emancipadora, utópica en el pensamiento marxista. Se trata de acabar con la vida alienada del hombre, con una existencia humana a la que se ha despojado de las mejores cualidades naturales y sociales. A la vez que se alcanza la libertad en la actividad que más realiza al hombre, es su misma naturaleza de ser sensible, corporal, la que se recupera o restituye. Un trabajo no alienante, que sitúe al objeto producido como espejo de la esencia del ser humano, y ya no más como algo extraño, enemigo y esclavizador, se corresponde con una existencia vital concreta que ya no se basa en consuelos religiosos, sino que devuelve a todos los sentidos del hombre sus derechos. Todo este resultado utópico es humanismo y naturalismo a la vez, pero no es un socialismo utópico, sino que pretende ser un materialismo científico basado en el conocimiento de las leyes evolutivas de la ciencia económica, en su desarrollo histórico.

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