23 mayo 2021

Filosofía 1º Bachillerato

  Unidad 8. Reflexión filosófica sobre el arte.

3. Concepciones de la belleza. 

Platón no tenía muy bien concepto de los artistas. Ni de los poetas en general, puesto que podían contar cosas impropias de los dioses. En cuanto a los artistas, pretendía desterrarlos de su República. Consideraba, por ejemplo, que un pintor produce la imitación de la imitación de la verdadera realidad, que él llamaba Ideas. Pensemos en el cuadro de Van Gogh, Habitación en Arles.


Sin embargo, a la Belleza Platón llega a considerarla en alguna de sus obras como la Idea o realidad fundamental. En el Banquete y en el Fedro define el amor como un proceso ascendente, que va desde las cosas de este mundo hasta las verdaderas realidades y la Belleza en sí. En el Fedro cuenta la caída del alma a este mundo, y como viendo los restos de hermosura que se dan en él, es capaz de elevarse de nuevo en busca de la verdad.

Aristóteles, discípulo de Platón, estudia por su parte los efectos de las obras de teatro en los espectadores. En su obra Poética habla de la catarsis o purificación de las pasiones que tiene lugar entre el público de las tragedias. Así que estima de una manera más positiva el lugar de la literatura para la ciudadanía.

En el mundo de la Edad Media, entre los pensadores europeos, y en general en la sociedad, la belleza está relacionada con el mundo, en cuanto esté es creado por Dios. La armonía percibida es una manifestación de la sabiduría y el poder de Dios. La belleza pertenece a Dios tanto como la verdad y el Bien. El mundo es un orden armónico que testimonia que Dios lo ha creado. Aunque la realidad que podían conocer las gentes era muy diferente. Las grandes catedrales góticas son una muestra del sentido medieval de la belleza que se estudia en la filosofía escolástica. Testimonian y homenajean la grandeza divina. 

En el Renacimiento se produce un regreso consciente a los ideales del mundo antiguo, pagano. Eso significa una concepción más humanista de la belleza, más cercana a la naturaleza del hombre. 

Ya avanzada la época moderna, durante la Ilustración, nos encontramos con el análisis del juicio estético, o sea de las opiniones acerca de la belleza, que efectúa el filósofo I. Kant (1724-1804). En su obra Crítica del juicio se ocupa de las valoraciones que hacemos acerca de lo que observamos como bello. Los juicios estéticos tienen a la vez un componente subjetivo y otro objetivo. En ellos valoramos desinteresadamente la adecuación o idoneidad de un objeto con respecto a quien lo contempla. Si cumple esa finalidad satisfactoriamente lo vemos como algo bello. 

Hay un concepto relacionado, el de lo sublime. Con esto rebasamos los límites de la belleza adecuada a los seres humanos. Sublime es lo que supera nuestras fuerzas, para empezar. Con esto estamos ya en los inicios del Romanticismo. En este periodo se podrá considerar el Arte como una manifestación del espíritu absoluto, junto con la religión y la filosofía. Así lo sostiene el filósofo alemán Hegel. 

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