11 enero 2009

FILOSOFIA 2º BACH CT/HUM, DESCARTES, LA TERCERA REGLA DEL MÉTODO

El tercero, conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente. (Descartes, Discurso del método, en la traducción de García Morente)

"El tercero": el tercer precepto, la tercera regla de las cuatro que da Descartes, para conducir bien su razón y hallar la verdad en las ciencias. El libro o manual de instrucciones de la inteligencia, de la razón natural dice Descartes, si se nos permite hablar así (por lo de "manual de instrucciones").

"conducir ordenadamente mis pensamientos"; "suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente": esto es muy importante. Significa que los pasos de nuestros razonamientos deben ir encadenados, tienen que ir unidos unos con otros como si se tratara de los eslabones de una cadena. Así proceden lo matemáticos en sus investigaciones, uniendo con rigor, con toda la exactitud posible, los pasos de sus razonamientos, los pasos que tienen que dar en la resolución de sus problemas.

Este orden en la conducción de los pensamientos, el hecho de que las ideas vayan bien trabadas unas con otras, se llama DEDUCCIÓN, y consiste en que la razón vaya de evidencia en evidencia. Que vaya de verdad en verdad; porque la primera regla del método señala que la verdad consiste en la visión evidente y cierta; en la visión mental, naturalmente.

Las evidencias sabemos que se alcanzan a través de un acto mental que se denomina INTUICIÓN. Entonces nosotros podemos decir que la deducción consiste en una cadena de intuiciones, en una concatenación de evidencias o verdades que se ha ido viendo a lo largo del razonamiento que no teníamos ningún motivo para dudar de que fueran completamente ciertas.

"empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos": esto que escribe Descartes en su Discurso del método tendría que parecernos extraño, porque aparentemente se contradice con lo expuesto en su segunda regla (recordemos: "dividir cada una de las dificultades, que examinare, en cuantas partes fuere posible").

De acuerdo. Pero vamos a hacer un pequeño experimento mental, vamos a imaginar. Sabemos que Descartes comienza señalando, a modo de ejemplo de lo que él pretende para trabajar en el campo filosófico y científico, la necesidad de que las casas se edifiquen con criterio (y luego las ciudades), con unidad de planificación. Entonces, ¿tiene sentido tirar una casa abajo para edificarla de nuevo? (Un inciso: si dices no, o si lo que dices lo dices sin pensarlo, no pierdas el tiempo leyendo esto y lee el inicio de la Parte II del Discurso). ¿No? ¿Sí? Naturalmente que tiene sentido... si la casa está en ruinas y no queremos morir aplastados.

Pues lo mismo pasa (que no se olvide que estamos hablando con figuras: que los edificios son como el saber; de manera similar a como la caverna era como la ignorancia) con las ciencias: si en todas y cada una de su partes y en su conjunto una ciencia no consiste en un sistema de verdades, sin fisuras, sin errores, sin opiniones, creencias sin fundamento, etc. entonces mejor es que abandonemos esa (supuesta) ciencia y que comencemos de nuevo... si es que de verdad nos interesa que nuestra razón realice su trabajo natural: esto es, el conocimiento.

Pero vamos concretamente a la relación de lo que estoy diciendo del ejemplo de la casa con lo que sostienen la 2ª y la 3ª reglas, que en apariencia dicen justamente lo contrario: la 2ª nos pide que vayamos de lo complejo o compuesto a lo simple (análisis); la 3ª nos pide que vayamos, ordenadamente, eso sí, de lo simple a lo complejo (síntesis).

En efecto, así debemos proceder (aunque en apariencia sea absurdo: porque no nos gusta deshacer para rehacer, no le vemos sentido): igual que tenemos que tirar abajo una casa, des-construirla por así decir, pues también tenemos que des-construir un problema matemático, o sea, en general, cualquier dificultad o cuestión que se nos plantee en el terreno del conocimiento.

Yendo a las partes más básicas o elementales del problema (según la 2ª regla) es como llegamos a ir conociendo las verdades (que es lo que nos solicita la primera regla, la de la evidencia: que arribemos a verdades firmes y sin duda posible; a intuiciones de cosas claras y distintas).

Recuerda el ejemplo del texto de Inglés que tenemos que traducir (¿has leído el post anterior?; si no, no pierdas el tiempo con éste), y que bien haríamos en fragmentar debidamente: fijándonos en los puntos y seguidos, y luego en lo que son oraciones simples y compuestas, en lo que es sujeto y predicado, etc. Esto se llama Sintaxis, y consiste en "analizar", ¿verdad?

Pues de eso se trata a la hora de resolver cualquier cuestión o dificultad, tanto en el conocimiento teórico como en la vida práctica. Si vamos haciendo la traducción, si procedemos paso por paso, frase a frase y párrafo a párrafo (en resumen, si después de analizar -o sea, lo que es la 2ª regla-, estamos aplicando la 3ª regla) al final nos vamos a encontrar con el mismo texto del principio, pero "ordenado" de otra forma. Es decir, traducido y por lo tanto comprensible. Esto es, que sí que verdaderamente se ha ganado con primero des-construir (analizar) y luego re-construir (síntesis, composición) el texto.

O sí que se gana, también, sí tienes que resolver un ejercicio de Matemáticas o de Física: primero tendrás que ver las cosas claras, ir por partes, saber qué tienes que calcular primero y qué después, memorizar o escribir las fórmulas que pienses que te hagan falta. Pues en esto estás aplicando la segunda regla, la del análisis, y ojo con confundirte, porque entonces no podrías ajustar tu mente -no podrías resolver el ejercicio, lamentablemente- a lo que nos demanda la primera regla: que solamente nos quedemos en nuestra razón con las verdades evidentes.

Bien, después de analizar y ver claro, después de la 1ª y la 2ª reglas, ya puedes ponerte a ir paso por paso resolviendo el problema: ya puedes emplear la 3ª regla. Ese orden de pasos, esa cadena de razonamientos que has ido haciendo, y que se gráficamente en lo que has escrito o dibujado en el papel, es una deducción.

¿Se ha acabado ya con el método? No. falta la cuarta regla.

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