05 junio 2008

FILOSOFIA 2º BACHILLERATO, OPINION, ACTUALIDAD

A la hora de aportar una argumentación propia y actual es evidente que habrá tantas posibilidades como puntos de vista y personas. De lo que se trata es de que esos diferentes puntos de vista sean y estén informados, y de que se escriba bien. Esto es fundamental, porque se trata de que "compongas" un texto filosófico, a fin de demostrar la madurez intelectual y personal (esto es, la madurez filosófica).

No hay una receta para una valoración de la actualidad/opinión. Lo repito. Pero veamos cómo se puede empezar. Voilá:

A lo largo de la historia de la filosofía el problema del conocimiento humano, de cómo es posible y de hasta dónde se puede extender ese conocimiento que nos permite nuestra inteligencia, está constantemente presente.

No solamente en lo que dicen y escriben los filósofos, sino en la literatura, la ciencia, en las preocupaciones de las gentes que se dedican a la política, etc.

De hecho, si desde no hace mucho tenemos (desgraciadamente no en todos los países del mundo) instituciones educativas para que toda la población pueda adquirir una cultura mínima (unos conocimientos y una ciencia mínima) esto es con la idea de que el conocimiento vale la pena, que la filosofía y la ciencia dignifican a los seres humanos; y que si tenemos unas disposiciones naturales para ser curiosos, para enterarnos de las cosas y para buscar explicaciones, entonces tendremos, lógicamente que darles una salida a esas disposiciones innatas (genéticas, naturales, etc.), dándoles curso, satisfaciéndolas.

Es decir, resumiendo, que tendemos, tenemos la tendencia, a conocer, y que esta posibilidad de saber y utilizar nuestra mente nos proporciona alegría; que produce contento entender las cosas, sin que haya soberbia en esto.

Luego está el problema de para qué nos sirven el conocimiento, la ciencia, la filosofía, etc.

Observemos que Platón, que inicia la filosofía escrita y que es plenamente "idealista" (puesto que el verdadero mundo, aquel mundo que luego va a despreciar Nietzsche, está compuesto por un sistema de ideas entrelazadas, en la cúspide del cual está la Idea del Bien, y a su derecha e izquierda -por así decirlo-, al Belleza y la Justicia)...

Observemos que Platón, aunque sea "idealista", es un pensador pragmático, lo que quiere decir que busca resultados con su conocimiento científico (dialéctica) de las ideas, que busca una finalidad muy concreta en todo ese proceso de educación de la humanidad que describe con sus símiles (símil de la línea, mito de la caverna).

Esa finalidad que busca consiste en querer encontrar las condiciones que debe tener una sociedad (un estado, una polis) armoniosa y justa, con cada individuo clavado en el lugar que le corresponde por su valía y conocimiento... demostrados a lo largo de un amplísimo periodo o ciclo de estudios.

Ahora bien, es posible pensar que uno no tiene por qué ir buscándole una finalidad práctica, una utilidad visible y concreta, al conocimiento científico y filosófico. Esto, el tener que renunciar a encontrar aplicaciones prácticas inmediatas de la ciencia y la filosofía, puede suceder por muy diversas razones.

Veamos lo que sucede en Descartes. Este pensador francés vive en un periodo muy complejo de la historia de las sociedades y cultura europeas, porque se ha pasado desde el mundo medieval, marcado por las creencias religiosas en todos los niveles de la vida, a un mundo moderno mucho más abierto en el que se han descubierto otros lugares geográficos, en el que hay más posibilidades de acceder al conocimiento, merced a la invención de la imprenta... pero luego se trata de un mundo enfrentado: los estados están enfrentados unos contra otros (guerra de todos contra todos), las religiones están enfrentadas (protestantes contra católicos, aunque ambos bandos digan que son cristianos).

Este mundo de constantes conflictos y crisis tiene que reflejarse en el arte, en la literatura, y por supuesto en la filosofía.

Para que nos entendamos: cuando en el mundo, en la sociedad, entre las gentes, lo que se manifiesta es un conflicto continuado y unas dudas radicales acerca de qué es lo que verdaderamente se tiene que creer (cuál es la verdad, cuál es la religión verdadera), acerca de cuál es el camino que se tiene que tomar, pues entonces no hay que extrañarse de que Descartes recoja todos estos motivos de duda y desengaño, y que se preocupe de querer vislumbrar una salida.

Esto va a consistir en que Descartes va a intentar hallar una verdad firme, saliendo de la duda. En este sentido, lo primero que Descartes intenta es encontrar las condiciones de una filosofía y una ciencia que sean exactas, que no presenten dudas.

Es decir, que podemos considerar, si así lo queremos, que mientras que Platón busca una ciencia para la política, Descartes busca una ciencia para la ciencia... porque está buscando las raíces o principios básicos de la ciencia y la filosofía, que encuentra con ayuda de un método que se inspira en las ciencias más exactas que conoce (que son las matemáticas).

Aclaremos: no es que a Descartes no le interesen las cosas prácticas. Ni mucho menos! Porque dice que su método sirve tanto para hallar la verdad en las ciencias como para conducir la vida personal y colectiva de las personas.

Lo que pasa es que esto último, la vida práctica, cotidiana, es un asunto mucho más complicado y hay que actuar aunque no se tengan las cosas tan claras y distintas, tan evidentes y verdaderas. Así que primero buscaremos una verdad exacta en la teoría y luego la trasladaremos a la práctica, a la técnica y a la política. Pero con la debida prudencia.

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