14 junio 2008

FILOSOFIA 2º BACHILLERATO, SIGAMOS


Ahora con Nietzsche, "Las cuatro tesis" (final del texto "La razón en la filosofía").

He aquí las palabras de Nietzsche:

Se me estará agradecido si condenso un conocimiento tan esencial, tan nuevo, en cuatro tesis: así facilito la comprensión, así provoco la contradicción.

Primera tesis. Las razones por las que "este" mundo ha sido calificado de aparente fundamentan, antes bien, su realidad,— otra especie distinta de realidad es absolutamente indemostrable.

Segunda tesis. Los signos distintivos que han sido asignados al "ser verdadero" de las cosas son los signos distintivos del no-ser, de la nada, — a base de ponerlo en contradicción con el mundo real es como se ha construido el "mundo verdadero": un mundo aparente de hecho, en cuanto es meramente una ilusión óptico-moral.

Tercera tesis. Inventar fábulas acerca de "otro" mundo distinto de éste no tiene sentido, presuponiendo que no domine en nosotros un instinto de calumnia, de empequeñecimiento, de recelo frente a la vida: en este último caso tomamos venganza de la vida con las fantasmagoría de "otra" vida distinta de ésta, "mejor" que ésta.

Cuarta tesis. Dividir el mundo en un mundo "verdadero" y en un mundo "aparente", ya sea al modo del cristianismo, ya sea al modo de Kant (en última instancia, un cristiano alevoso), es únicamente una sugestión de la décadence, — un síntoma de vida descendente… El hecho de que el artista estime más la apariencia que la realidad no constituye una objeción contra esta tesis. Pues "la apariencia" significa aquí la realidad una vez más, sólo que seleccionada, reforzada, corregida… El artista trágico no es un pesimista, — dice precisamente sí incluso a todo lo problemático y terrible, es dionisíaco…

...

Vale. Vayamos nosotros por partes también (como pediría el metódico Descartes).

He coloreado (en azul) algunas expresiones.

La primera: "un conocimiento tan esencial". Nietzsche tiene que referirse a todo lo que ha sostenido en la parte anterior del texto. Recordemos que en el texto se trata de hacer una denuncia de toda la filosofía anterior; de Platón, de Descartes, de toda la filosofía "racionalista": porque los filósofos matan o secan la realidad -egipticismo, momificadores; porque confunden lo que debe venir al final con el principio o parte fundamental de las cosas.

Que se trata de denunciar también todos los conceptos o ideas (Bien, Dios, Sustancia, Pensamiento, etc.) que ha ido produciendo la filosofía a lo largo de su historia, y que nosotros hemos ido leyendo y viendo en los textos que hemos comentado en clase.

¿No lo hemos hecho?

Ahora bien, volviendo a las tesis de Nietzsche... Y ten en cuenta que es irónico, por parte de Nietzsche, que se ponga a ofrecer en forma de catecismo filosófico, casi, sus tesis anti-filosóficas; pero Nietzsche, como también da a entender, ama la contradicción; porque los filósofos la han odiado, debe ser.

Volviendo a las tesis de Nietzsche, ¿por qué esa crítica, denuncia, sospecha, derribo, destrucción, deconstrucción, etc. de toda la historia de la filosofía anterior?

¿Es que algo estaba mal en ella?

Naturalmente, sostendrá Nietzsche: toda la filosofía anterior, la que procede de Platón y su maestro Sócrates, la que en la filosofía moderna establece Descartes, toda esa filosofía tan racional, lógica, matemática, científica, exacta, etc. se basa en un gran error.

Este gran error consiste en confundir las cosas. En confundir las cosas con los conceptos mentales, con las ideas que nos hacemos de ellas. O sea, recordemos: nos servimos del lenguaje, y en algún momento nos confundimos como quien no quiere la cosa y empezamos a imaginarnos que las palabras que empleamos son lo mismo que la realidad.

Pues no. El lenguaje representa una herramienta, todo lo útil que queramos, pero nada más que un herramienta. Y de las herramientas a nadie se le ocurre pedir que que sean verdaderas, que sean exactamente la realidad, sino que sean útiles, que nos sirvan para el trabajo que tenemos que desarrollar.

Pero, ¿para qué sirve el lenguaje? ¿Qué trabajo facilita? Para desenvolverse en el mundo sirve, lo mismo que nos sirven las manos y los ojos. Lo malo es cuando nos hacemos demasiado creyentes y crédulos. Nietzsche dice fetichistas. Cuando confundimos las metáforas del lenguaje (metáfora significa que las palabras no son exactas, y así es todo el lenguaje: el que hablamos normalmente, pero también el de los escritores, los científicos, los filósofos, etc.), cuando confundimos las metáforas del lenguaje, digo, con esa realidad y circunstancias entre las cuales tenemos que desenvolver nuestra vida y nuestra muerte, que tal es básicamente el "trabajo" de los seres humanos.

Ocurre, entonces, lo que no debía ocurrir: que el lenguaje se vuelve contra la vida a la que tenía que servir. Debemos considerar siempre que la realidad básica en Nietzsche (lo que los filósofos, tan racionalistas ellos, llamaban Bien -Platón-, o Sustancia - en Descartes) es la Vida, con mayúsculas, la Vida como una Voluntad de Poder, de ser más, de superarse, de crecer más, de manera que uno mismo sea capaz de alegrarse por todo lo que sucede, de forma que incluso pidiese que todo volviera a suceder tal y como le ha sucedido en su vida.

Un ser así, una persona hecha de tal manera, no necesita de los consuelos ni las palabras de los filósofos creyentes en las Ideas, o en las Sustancias. Estos filósofos (Platón y Descartes) se inventan otro mundo que dicen que es el real, que ese mundo inventado es el verdadero, y no este mundo en el que vivimos y morimos, en el que tenemos alegrías, tristezas, dolores, etc.

¿Por qué hacen los filósofos eso? ¿Cuál es la razón de que se engañen y nos engañen?

Lo hemos dicho: han decidido creer en el lenguaje, en los conceptos que salen del lenguaje (confundiendo, por ejemplo, el sujeto de la oración con una Sustancia que hace cosas; o que, en el caso de los seres humanos, es un Actor o Agente que posee libertad y voluntad).

Han decidido creer en el lenguaje porque están enfermos, porque son débiles, incapaces de soportar la vida en todo lo que la vida tiene de compleja, de tragedia y de alegría. Porque la vida contiene esas dos cosas: nacimiento y muerte. La vida es orden y caos: Apolo y Dionisos.

Quien sea incapaz (inepto) de soportar esta vida, tal como es en concreto, tendrá que hacer dos cosas para consolarse:

a) Decir que la salvación y el consuelo está en otra parte, en un reino de los cielos donde irán los que hayan sido justos y buenos en este mundo, con sus actos.

b) Decir que este mundo en el que vivimos nuestra vida mortal, de carne y hueso, en el que los buenos no se pueden salvar, no es, por lo tanto, verdadero.

Pero estos consuelos que se buscan los débiles, los enfermos, los sacerdotes, los filósofos, etc. no es más que una falsedad completa. Es decir, que los filósofos, que decían buscar la verdad desde el principio (el ámbito inteligible o mundo de las ideas de Platón es el mundo verdadero que tiene que conocer el filósofo gobernante para hacer la mayor cantidad de bien y justicia en la sociedad humana), tales filósofos no han producido más que un engaño continuado contra la vida real.

Querían la verdad, no han producido más que un error.

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